660. ¡Dense cuenta de esto! — 21.08.2014
Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos que Nosotros los amamos.
Cada uno de ellos es precioso y ha sido creado por el Padre del amor más puro y divino. Es el amor lo que hace que su vida valga la pena. Es el amor del Padre que les regaló la vida. De este amor ÉL creó todo lo que existe, pero ustedes, Mis hijos tan amados, son «lo más especial» en la creación del Señor, y como «especiales» también están expuestos a peligros particulares que nacen de la envidia y del odio y del anhelo de poder por parte del diablo, porque él quiere gobernar sobre lo que es más querido por el Padre, y eso, Mis amados hijos, son ustedes.
Así que dense cuenta de esto, porque el diablo no tiene ningún interés real en ustedes. Su interés es infligir sufrimiento al Padre robándoles el alma a ustedes y sometiéndolos al mayor tormento tan pronto que ustedes se hayan perdido a manos de él. El Padre, sin embargo, es y siempre será amor verdadero. ÉL ES el amor, y ustedes son Sus hijos, la «la obra maravillosa muy especial» de Su creación tan fascinante.
Ustedes están aquí en preparación para la eternidad, es decir, la Vida Eterna al lado de su Señor y Creador. Allí vivirán el amor que el Padre ha querido para ustedes desde el principio, pero no deben perderse ante el diablo, Su adversario, pues él los condenará y les infligirá los mayores sufrimientos sólo para atormentar al Padre. Él no tiene ningún interés en ustedes. Ustedes no le importan.
Así que despierten, Mis hijos, y vayan hacia Jesús y con ÉL por el camino hacia el Padre. Yo, su Santa Madre en el Cielo, se lo pido, porque sólo con Dios serán felices, sólo con ÉL encontrarán la plenitud, y sólo donde ÉL y con ÉL estarán completos. Amén.
Con profundo y agradecido amor por escucharme,
Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
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Oren por los hijos. Necesitan sus oraciones. Amén.
Los santos aquí presentes. Amén.»