704. ¡Lean el Apocalipsis en el Libro Sagrado del Padre, entonces verán dónde se encuentran! — 02.10.2014
Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a los hijos de la Tierra lo siguiente:
Las mentiras que se les están siendo presentados ahora solo tiene el propósito de confundirlos, para hacerles creer que el pecado fuese bueno y que vivir en pecado fuese lo correcto, porque: (¡)EL PECADO NO EXISTIERA(!) y todo lo que HACEN EN CONTRA DE LOS MANDAMIENTOS DE DIOS fuera NORMAL, EL ZEITGEIST, EL ESPÍRITU DEL TIEMPO DE HOY, y NO FUERA NECESARIO QUE SE PREOCUPEN POR ELLO, sin embargo, Mis tan queridos hijos, eso -las mentiras que se les presentan y que ustedes ACEPTAN- los lleva directamente (¡)AL INFIERNO DE LA BESTIA(!), pero como les están mintiendo -(¡) COMO USTEDES SE DEJAN ENGAÑAR (!), porque les resulta tan “cómodo”– tendrán un mal despertar, porque si realmente creen que el infierno no existe, experimentarán terror, tormento, angustia y dolor TAN PRONTO COMO SEAN ARROJADOS A ÉL, y eso es lo que les pasará, PORQUE USTEDES ACEPTAN LAS MENTIRAS, NO VIVEN SEGÚN LOS MANDAMIENTOS DEL SEÑOR y PREFIEREN CREER A LOS ADVENEDIZOS, EN LUGAR DE LEVANTARSE Y PROFESAR SU FE EN JESÚS.
¡Mis hijos!
¡Despierten! ¡Y no acepten las mentiras de la bestia!
Su “círculo de poder” es cada vez mayor y su Santa Iglesia [la Santa Iglesia de ustedes],el cuerpo de Mi Hijo aquí en la Tierra, está cada vez más infiltrada. ¡Reconozcan el juego maligno y SIGAN SOLO A JESÚS! Quien esté completamente con ÉL, no se perderá. ¡Reconocerá las mentiras como tales y desenmascarará a los advenedizos!
Así que estén completamente unidos con Jesús, su Salvador que tanto los ama, ¡y no cedan a las tentaciones de la bestia! Recuerden que están viviendo en el fin de los tiempos y que pronto todo terminará.
¡Lean el Apocalipsis en el Libro Sagrado del Padre y compréndanlo! ¡Entonces verán dónde se encuentran!
¡Resistan y manténganse fuertes y siempre fieles a Jesús!
Con profundo, sincero y maternal amor,
Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
