1493. ¡Tan pronto como él ponga solo un pie en su dirección! — 27.05.2025

Mi hija. Los esperan tiempos difíciles a ustedes, a su existencia terrenal, pero no teman.

Diles a los hijos de la Tierra que deben rezar mucho y mantenerse alejados del pecado, porque son tantos los que corren el peligro de perderse, y el Padre sufre, Jesús sufre, la Madre sufre.

No quieren ver a ninguna alma perdida ni extraviada, y sin embargo son muchos, tantos, hija Mía, los que no están con Jesús.

Amados hijos, y es eso lo que son: el tiempo para su conversión es ahora, amados hijos, porque el tiempo está muy avanzado y son tantos los hijos que no se han convertido y no conocen a Jesús, su Salvador, y eso les costará la salvación de sus almas.

Por eso, queridos hijos, oren también por sus hermanos y hermanas en el Señor, para que se conviertan y encuentren a Jesús y NO se pierdan a manos del adversario.

El tiempo que queda es muy corto, ¡y la “justicia” está lista para juzgar a los que no se han convertido! ¡La misericordia cederá paso, pero los hijos no lo entienden, no lo ven y no lo SABEN!

Hijos, hijos, muy pronto, muy pronto, el tiempo se habrá acabado, ¿y entonces qué?

¿Qué LE dirán a Jesús cuando estén ante ÉL?

¿Cómo van a querer justificar sus pecados y su vergüenza?

No tendrán oportunidad de arrepentirse, amados hijos, y es eso lo que son, tan pronto como haya terminado el tiempo de la misericordia, por lo que es de suma importancia que se conviertan ¡AHORA!

El adversario ya está tocando a sus puertas, pero ustedes no lo reconocen y siguen engañándose a ustedes mismos que todo fuese ok.

Hijos, hijos, tan pronto como él ponga solo un pie en su dirección, ¡bienaventurado él que haya corrido hacia Jesús y se haya anclado firmemente en ÉL!

Yo, su Bonaventura, les advierto porque los amo ¡y veo como están caminando por caminos equivocados e impuros!

¡Veo el sufrimiento del Padre por ustedes!

Veo las lágrimas de Jesús y de Su Santísima Madre por todos Sus hijos que no se convierten y corren hacia la perdición – ¡voluntariamente!

Así que escuchen Mi palabra, Nuestra palabra en estos mensajes, ¡porque ya es hora de hacerlo!

Yo, su Bonaventura, les doy hoy este mensaje, porque también Yo estoy preocupado por ustedes, su salvación y rezo por su conversión, pero deben cambiar y acercarse a Jesús, que espera a cada uno de ustedes con un corazón abierto, que los ama y les perdona tanto. Amén.

Háganse ustedes ese favor a sí mismos y conviértanse. No puedo decirles más hoy. Amén.

Con amor.

Su Bonaventura. Amén.

Mi hija. Los hijos deben despertar y convertirse, porque se les está acabando el tiempo. Amén.