1503. ¡A la merced del diablo por toda la eternidad…! — 06.08.2025

Dios Padre: Oh, Mi hija. Siéntate y escribe, porque Nuestra palabra debe ser escuchada.

Mi hija. El tiempo que les queda en la Tierra es ya muy corto.

Juan: Amados hijos, y es eso lo que son. El tiempo está contado, es decir, deben prepararse para lo que está escrito.

Dios Padre: Mi mano castigadora aún se contiene por unos pocos de ustedes que Me aman mucho a Mí y a Mi Hijo y rezan por toda la humanidad.

María Magdalena: Ellos aceptan mucho(s) sufrimiento(s) y expiación, y con ello salvan todavía a tantos de ustedes.

Juan: Pero deben prepararse ahora hijos amados, y es eso lo que son, ¡porque el sufrimiento de aquellos que se sacrifican por la salvación de sus almas [las almas de ustedes] pronto terminará! Ellos serán elevados y el Nuevo Reino se convertirá en su hogar, y ustedes quedarán abandonados a su suerte.

Jesús: El diablo pondrá sus manos sobre ustedes y sus almas perecerán. No podrán sobrevivir sin la oración y Mi ayuda, y el fuego eterno del infierno espera a cada uno de ustedes que ahora no se prepare, ¡se convierta y Me dé su SÍ irrevocable!

Madre de Dios: Hijos, Mi amado rebaño de hijos, Yo, su Madre en el Cielo, estoy muy preocupada por ustedes. Tantos hijos sufren para que los demás -ustedes- no se pierdan en manos del diablo y sus secuaces, pero su sufrimiento y su expiación pronto llegarán a un fin.

Jesús: Yo redimiré a estos hijos, y ellos serán los primeros en Mi Nuevo Reino.

Madre de Dios: El amor de Mi Hijo les será concedido a ellos de manera irrevocable, incondicional y lleno de misericordia, y ustedes quedarán abandonados a su suerte.

Pablo: Pero quien se ame a sí mismo por encima de los demás, sufrirá el mayor dolor. Su alma se perderá, porque no se ha preparado para el Señor, Jesucristo, su Salvador, y no encontrará la salvación. Quedará solo, abandonado a su suerte, porque los hijos que rezan serán elevados. Pero él estará a merced del diablo y no habrá salvación para él – para su alma.

Pedro: Amados hijos, y es eso lo que son. Solo un alma que reza, que confía en Dios encontrará entrada al Nuevo Reino del Señor Jesucristo, pero todos los demás se perderán.

Ustedes DEBEN dar a Jesús su SÍ incondicional, sincero y honesto, porque de lo contrario se perderán en manos de su adversario, ¡y el reino del infierno se abrirá para él que NO AMA A JESÚS!

María Magdalena: ¡Hijos, hijos, no se hagan esto! ¡Conviértanse y recen! ¡Supliquen a Jesús, al Padre en el Cielo y al Espíritu Santo!

Pedro y Pablo: ¡Dejen de lado las riquezas de esta tierra y reúnan sus tesoros para la eternidad!

Un ángel del Señor: ¡Solo el que ama a Jesús será elevado, todos los demás estarán a la merced del diablo por toda la eternidad! Yo, un ángel del Señor, les digo esto, porque tan pronto como los hijos que rezan y que sufren y expían por la humanidad -por ustedes- sean elevados, a ustedes solo les quedará el camino al infierno si no se convierten, si no le dan su SÍ al Señor, su Jesús, ¡si no aman a AQUEL que es su Salvador y si siguen aferrados a lo terrenal!

Jesús: Lo terrenal, amados hijos, y es eso lo que son, su mundo está gobernado por el príncipe de las tinieblas. Ya se encuentran en ellas [las tinieblas], ¡pero no lo ven! Ustedes se dejan deslumbrar por el brillo y las apariencias, y están atrapados en la niebla del diablo.

Pero su plenitud no está en lo terrenal-efímero, sino en Mí, en su Jesús, su Salvador, El que Yo Soy.

Así que denme su SÍ y vengan a Mí, porque solo Yo soy el camino y la luz, ¡y solo a través de Mí encontrarán el camino a casa!

El Padre espera a cada uno de ustedes, pero ustedes tienen la opción de elegir qué camino quieren seguir.

Solo hay dos, hijos amados, y es eso lo que son, ¡así que elijan con prudencia y elijan bien!

Todo aquel que no Me quiera, seguirá el camino hacia la oscuridad absoluta, y lo que les espera allí se lo hemos comunicado en numerosos mensajes a lo largo de los tiempos.

Madre de Dios: Así que elijan con prudencia y encuentren a Jesús, porque solo ÉL es su Salvador, y sin ÉL se perderán. Amén.

Los amamos mucho.

Su Madre en el Cielo, María Magdalena, Juan, Pablo, Pedro, Jesús, un ángel del Señor, el Padre y muchos santos, apóstoles y Santos Ángeles presentes. Amén.