1522. Un poema para Navidad — 11.12.2025
El niño Jesús, Mis queridos hijos,
ha nacido para ustedes en la noche de Navidad.
Los ángeles se alegran mucho,
la madre, el padre y todos los animales,
pero los hombres no todos se alegran tanto,
especialmente los señores del mundo se mantienen alejados
y quieren matar al niño Jesús,
que yace tierno y puro en el pesebre,
protegido por los ángeles y el resplandor divino
yace ahí tan tierno y puro,
y la madre se alegra tan maravillosamente,
el padre, San José, está muy cerca de ellos,
y en lo más profundo de su corazón está unido
a Jesús y María y se alegra mucho
por Jesús, tan tierno y puro, Mis hijos,
que sin duda le conmueve hasta que le corran las lágrimas.
Y María, feliz, mece al niño
en sus brazos muy tierno con alegría,
porque la alegría, el amor y la felicidad
han llegado ahora a su corazón maternal
por este niño maravilloso,
que vino al mundo como un regalo del Todopoderoso,
a través de ella, que es ella misma, tan tierna y pura,
como el niño en el pesebre, que sonríe tan dulcemente
y lleno de amor y alegría por el mundo,
que ha venido a redimir, porque está en muy mal estado,
ella y la humanidad, que se ha desviado
de la verdadera fe y la luz pura,
que una vez la guió por los caminos del Padre
y ahora se ha independizado y no hacia el bien,
porque las personas cultas se han desviado del camino,
y el pueblo ya no cree en la historia del verdadero camino,
que una vez comenzó en los tiempos de Moisés,
hace mucho tiempo, hacia la tierra prometida.
Ahora miren dónde están y vean el amor del Señor,
porque ÉL envió a Su Hijo a la Tierra,
para guiar de regreso a los hijos de los hombres
a la verdad del Padre y hacia ÉL,
que se alegra por cada niño, por pequeño que sea,
que toca a la puerta y encuentra el camino
de vuelta a casa, a la tierra prometida,
la gloria del Cielo, porque ha reconocido,
y el niño Jesús, que yace en el pesebre,
muestra con amor este camino a todos los que lo desean.
Pero ahora debe temer por su vida,
y así la familia se traslada a Egipto, pero primero recibe visita
el niño Jesús, de nobles señores,
que le traen regalos y Le honran de verdad,
porque conocen al niño Jesús,
y sus corazones están llenos de alegría, y su espíritu es tan puro,
que Le rinden homenaje
y se arrodillan ante él.
Y cuando por fin la situación se calma,
el malvado rey ha fallecido, regresan,
y el niño Jesús crece y se hace grande,
y a los 30 años se pone en camino,
para mostrar al mundo quién es el Padre,
para convertir a la humanidad, que está tan descarriada,
y como agradecimiento morirá en la cruz por ustedes,
ha dado su vida para que a ustedes les resulte fácil
encontrar el camino a casa, al Señor,
a la gloria del Padre, porque los quiere tanto,
y no podía hacerles mayor regalo,
que morir en esa cruz tan terrible.
Pero ahora celebremos la Nochebuena,
en la que el Padre ha realizado visiblemente su milagro,
y honremos al Señor, nuestro Dios,
amémoslo y alabémoslo y regocijémonos a menudo,
y alegrémonos por esta Nochebuena,
que nos ha traído a todos el regalo del niño Jesús.
Así lo esperamos y lo amamos mucho,
que vuelva a nosotros y que ese momento no esté lejos.
Así que celebremos al Señor en esta Nochebuena
y demos gracias al Padre por el milagro que ÉL ha obrado.
Les deseamos a todos una feliz Navidad
y que suenen muchas campanas en el Cielo y en la tierra,
porque el Señor nació en esta Nochebuena,
en la que el Padre nos ha hecho Su mayor regalo:
Nacido en un establo el niño Jesús,
yace en el pesebre tierno y puro
y redimirá al mundo y a los hijos de los hombres,
El momento está cerca, así que alégrense.
Alégrense todos, grandes y pequeños,
porque quien ama a Jesús se vuelve completamente puro,
Lo amará profundamente en su corazón
y Le dará las gracias al niño y rezará por la salvación.
Se alegrará con todo su ser
por el nacimiento de nuestro querido niño Jesús.
Así que miren dentro de ustedes mismos, queridos,
¿pueden decir con certeza: “soy completamente puro”?
Entonces pidan al niño Jesús
que los guíe y los purifique de todo pecado.
Ustedes conocen la confesión, también el arrepentimiento,
¿no es así, queridos hijos? Entonces corran, sí, corran,
hacia Jesús y suplíquenle,
que ÉL los guíe fuera del pecado y la vergüenza,
porque solo un corazón puro,
será digno del Cielo.
En este sentido, Me despido y les digo adiós,
se darán cuenta de que una confesión nunca duele,
solo tanto como han pecado,
pero eso es para [explicarlo] otro día.
Así que vayan en paz y celebren la Fiesta Sagrada
con amor en el corazón y no sean como el resto
de la humanidad, que solo busca en lo exterior,
o idolatra lo que no le hace realmente bien.
Así que proclamen y cuenten a toda la gente:
El niño Jesús nació en la Época Sagrada,
que ustedes llaman Navidad y que es sagrada,
porque es una fiesta que se celebra bajo la luz divina,
que ilumina sus corazones, los llena a ustedes y al mundo de amor y alegría,
así que disfruten de este Tiempo Sagrado de Navidad,
y estén preparados ahora y siempre para el niño Jesús.
Tengan alegría en el corazón y pasen unos días maravillosos,
les desean Bonaventura y María, querida gente,
que Me pidió un poema para este tiempo,
y para ello Yo, su Bonaventura, estoy siempre y en todo momento dispuesto.
Ahora Me voy y Me despido
en la luz divina y sagrada,
que brilla en este Tiempo sagrado,
para ti, para ustedes y para todas las personas creyentes.
Con profundo amor y sinceridad,
su Bonaventura con María de la Preparación Divina de los Corazones, queridos amigos.
