688. ¡Arrodíllense ante ÉL, el Salvador del mundo! — 14.09.2014
Mi hija. Mi querida hija. Qué bueno que hayas llegado. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos de la Tierra lo siguiente:
Deben levantarse y prepararse para salir al encuentro de Jesús, Mi Santo Hijo, porque ÉL es su Rey, su Salvador, su Redentor, y solo ÉL es el camino hacia el Nuevo Reino y el Padre, que los ama con todo Su corazón y los ha creado por ese amor y ahora tiene que soportar un gran sufrimiento porque Sus hijos tan amados se han vuelto apóstatas, no quieren saber nada de ÉL y de Su Hijo tan amado y se someten al diablo, en lugar de correr llenos de alegría a Sus Santos Brazos Paternales que otorgan amor, consuelo, paz y la mayor plenitud.
Mis hijos. ¡Diríjanse a Jesús! ¡Oren! ¡Conviértanse! ¡Prepárense y arrodíllense ante ÉL, el Salvador del mundo, porque solo ÉL puede perdonar sus pecados, solo ÉL puede purificarlos de culpa y cenizas, y solo con ÉL volverán a ser verdaderos hijos de Dios, (¡) porque solo ÉL es su camino (!), (¡) su único camino (!), y si no profesan su fe en ÉL perecerán y estarán perdidos para siempre.
Aprovechen la oportunidad que aún les queda y profesen su fe en Jesús. Amén.
Su Madre en el Cielo que los ama.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
Ahora vete, Mi hija. Amén.