1509. ¡Por eso Dios se hizo pequeño! — 03.09.2025
Garabandal
Mis hijos. Comenzarán tiempos difíciles y no habrá escapatoria para muchos de ustedes.
Cuanto más se ‘aferran’ a su seguridad terrenal, más difícil se les resultará liberarse del diablo y sus secuaces, y no encontrarán a Jesús, ¡porque confían en lo terrenal en lugar de confiar en Mi Hijo!
¡Solo Jesús es su garantía para el Reino de los Cielos! ¡No hay otro! ¡Solo a través de Él encontrarán la salvación!
¡Pero el diablo les impide encontrarlo a Él, a su Salvador, si esperan, confían y aspiran a lo terrenal!
Todo lo terrenal es efímero, ¡pero Mi Hijo NO lo es!
ÉL es su Redentor, el Alfa y la Omega, porque ÉL proviene directamente de Dios, el Padre, y ÉL es el Hijo del Altísimo, ¡y ÉL ES el Dios Trino!
Todos ustedes son hijos del Padre en el Cielo, y Jesús, Su Hijo unigénito hecho carne, ¡es el Redentor de todos ustedes!
Por eso Dios se hizo pequeño para darles la salvación, para mostrarles el camino a casa, para guiarlos hacia Él.
Porque todos ustedes han sido creados para la eternidad, y en la eternidad vivirán, pero depende de ustedes, de su libre albedrío, de su disposición a recorrer este camino con Jesús a su lado, o seguir deleitándose en lo terrenal, acumulando poder, dinero y riquezas y vivir bajo las alas del diablo que los precipitará al infierno a través de su anticristo, que está a punto de tomar el dominio del mundo y que les traerá sufrimiento, miseria y terror.
(¡) Pero lo reconocerán demasiado tarde (!), (¡) confundirán al hijo del maligno con el que proviene de Dios (!), lo aclamarán, le concederán cada vez más poder y, lo que es aún peor, lo adorarán y le rendirán homenaje.
Y cosecharán la perdición, y ningún camino se les abrirá al Reino de los Cielos, porque no han querido escuchar, han permanecido tibios, perezosos y cómodos, ¡enredados en lo terrenal e incorregibles!
Hijos, hijos, ¡su perdición está planeada y ustedes simplemente quedan mirando [sin hacer nada]!
¡Ustedes no miran! ¡Apartan la mirada [incluso]! ¡Son cómodos, tibios y perezosos!
¡Solo su verdadera conversión a Jesucristo los salvará de caer en el infierno!
¡Solo el Espíritu Santo del Padre y del Hijo los mantendrá en la claridad!
Así que estén preparados, hijos amados, y es eso lo que son, porque el tiempo que les queda es muy corto. Amén.
Con profundo amor.
Su Madre en el Cielo, Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Garabandal. Amén.
Miren con atención lo que está sucediendo en su mundo y luego vuelvan a Jesús, Mi Hijo, para que puedan ser salvados. Amén.