1510. ¡Solo Yo puedo guiarlos a través de esta violenta tormenta! — 03.09.2025

Monasterio de Santo Toribio

Oh, Mi hija. Fui clavado en esta cruz para el perdón de sus pecados, para su redención, y está cerca, está tan cerca Mi amado rebaño de hijos para TODOS los hijos de la Tierra que Me aman verdadera y sinceramente.

Por eso es tan importante que los hijos se conviertan a Mí, a su Salvador, Que Yo Soy, porque el tiempo está cerca, el tiempo de Mi regreso pronto, muy pronto habrá llegado y solo unos pocos hijos tienen la fe verdadera y genuina en Mí, pero son tantos que se deleitan en lo efímero, y a estos hay que ayudarles a convertirse mediante la oración, la oración ferviente, sacrificios y actos de expiación, para que se liberen de lo efímero, no se entreguen ni confíen en lo terrenal, sino que Me encuentren a Mí, a su Jesús, que tanto los amo, se confíen a Mí y confíen en Mí, y Me entreguen verdaderamente su corazón y su ser, ¡porque solo así podré elevarlos!

¡Solo así encontrarán entrada en Mi Nuevo Reino!

Solo así van a poder regresar al Padre en el Cielo y vivir eternamente en la gloria, como se ha prometido a todos aquellos que verdaderamente profesan su fe en Mí, Me aman sinceramente, Me siguen y respetan y honran los mandamientos del Padre. Amén.

Amados hijos, y es eso lo que son: aquí, en el santuario de Santo Toribio, encuentran un fragmento de Mi Cruz, que es Santo porque Yo, su Jesús, sufrí en él.

Así que visiten este lugar con devoción y reverencia y crean y confíen en Mí, su Jesús, que tanto los amo. Amén.

Diles a los hijos que El Aviso está cerca.

Así que aprovechen el tiempo que queda hasta entonces y oren, hagan peregrinaciones y ayuden a que aún muchas almas más se conviertan, se encuentren a Mí, su Jesús, para que no se pierdan en las profundidades eternas del infierno, que devorarán su alma y les traerán sufrimiento y tormento eternos. Amén.

Oren, hijos amados, oren por sus hermanos y hermanas.

Los amo mucho.

Su Jesús, que padeció por ustedes y murió por ustedes en la cruz, para que ustedes encuentren la redención y su alma la salvación y para que pueda [el alma] entrar en el Cielo con el Padre, donde vivirá en eterna bienaventuranza y gloria. Amén.

El tiempo que les queda es corto, muy corto. El anticristo se apoderará del dominio del mundo y ustedes estarán verdaderamente gobernados por el diablo.

Así que vengan a Mí, a su Jesús, a tiempo, porque de lo contrario estarán perdidos en este mundo, así como en la eternidad. Amén.

¡Solo Yo soy el camino al Reino de los Cielos! ¡Solo Yo!

¡Solo Yo soy el camino a casa, al Padre, su Creador! ¡Solo Yo!

¡Así que encuéntrenme a Mí!

¡Profesen su fe en Mí!

¡Y encuentren su seguridad en Mí, comenzando a creer y a confiar en Mí!

¡Yo cuido de ustedes!

¡El Padre cuida de ustedes!

¡Mi Santísima Madre, su Virgen y Madre María, cuida de ustedes!

¡Sus Santos y Santos Ángeles rezan por ustedes! ¡Así que ruéguenles y ellos les ayudarán!

¡Imploren al Espíritu Santo para que alcancen y mantengan la claridad!

¡Los tiempos se volverán cada vez más confusos y solo un alma firmemente anclada en Mí, su Jesús, sabrá distinguir!

¡Escuchen Nuestra palabra!

¡Prepárense ustedes, sus almas!

¡Les regalamos estos mensajes para que estén preparados para Mi regreso!

¡Para Mi Aviso!

¡Para el tiempo del anticristo!

¡Para la Vida Eterna en la gloria!

Escuchen y miren, porque su mundo y ustedes hijos amados, y es eso lo que son, están en una situación grave.

Solo Yo, su Jesús, puedo guiarlos a través de esta violenta tormenta, para que puedan atravesarla sanos y salvos y no se desvíen del camino. ¡Solo Yo!

¡Así que escuchen, hijos amados! ¡Escuchen y conviértanse!

Profesen su fe en Mí, porque los amo mucho, pero la hora de la misericordia está llegando a su fin, ¡y ay de aquel que entonces no Me haya encontrado a Mí!

¡Que no esté preparado para Mí!

¡Que se haya aferrado a lo terrenal!

¡Que confíe en el anticristo y haya caído en su trampa!

Hijos, hijos, Mis amados hijos. Yo, su Jesús, ¡no habitaré entre ustedes por segunda vez!

¡Así que sumen 1 y 1 y ven dónde se encuentran!

¡El tiempo se acaba y no están preparados!

Ustedes creen que todo seguirá igual, ¡pero no ven adónde conduce el camino!

¡Se encuentran en un mundo traicionero, que ya está siendo dominado por el diablo!

¡Miren!

¡Despierten!

¡Y no permanezcan cómodos ni tibios!

Yo, su Jesús, no puedo decirles más hoy, pero tomen en serio Mi palabra, porque se la doy para la salvación de sus almas, y esta está en grave peligro.

Así que encuéntrenme a Mí y permanezcan conmigo.

Los amo mucho.

Su Jesús desde el santuario de Santo Toribio. Amén.