1511. ¡En esto podrán distinguir a Mi Hijo del anticristo! — 04.09.2025

Covadonga

Su tiempo en la Tierra, hijos amados, y es eso lo que son, está ahora contado, y bienaventurado aquel que toma en serio Nuestra Palabra y se haya preparado, porque lo que ahora viene, viene en sucesión rápida golpe tras golpe, y casi no tendrán tiempo para reflexionar, porque los planes del maligno y de su hijo están hábil y astutamente elaborados y preparados, y él, el príncipe de las tinieblas sabe perfectamente que casi ya no son capaces de pensar cuando les llegan demasiadas cosas nuevas encima, que ya no pueden soportarlo, y es precisamente ahí donde los atacará, llevando a cabo sus planes uno tras otro (¡) para derrotarlos (!), (¡) acorralaros (!), (¡) agotarlos (!), (¡) incapacitarlos para pensar y actuar (!), (¡) para luego capturarlos (!), (¡) engañarlos (!), (¡) con el único objetivo de domesticarlos (!), (¡) hacerlos sufrir (!), (¡) atormentaros (!) y, finalmente, (¡) apartarlos del camino hacia la eternidad en la gloria (!), (¡) para alejarlos de Mi Hijo, su Jesús, mediante distracciones y engaños (!), (¡) para luego atacar (!) y (¡) robarles el alma (!), (¡) para que sufran eternamente (!), (¡) sin esperanza de salvación (!) y lejos del Padre en el Cielo, su Creador que tanto los ama y los quiere, solo para que él experimente una satisfacción que nunca será suficiente, y así los torture más en la eternidad, para deleitarse con ese, su sufrimiento, con su tormento que tendrán que soportar, sus dolores indescriptibles, que él les infligirá una y otra vez, y ustedes tendrán que soportar este dolor del alma por toda la eternidad, el desgarramiento, el languidecimiento y el sufrimiento de su alma, porque no se han preparado para el Señor Jesucristo, han permanecido tibios, obstinados, perezosos y cómodos y no han querido a Jesús, ¡ahora es demasiado tarde!

Aprovechen estos últimos días de preparación para que sean elevados por y a través de Mi Hijo, ¡que los espera a todos con un amor misericordioso y cuyo regreso está tan cerca!

¡Pero no se dejen engañar nunca por los advenedizos!

¡Jesús no morará entre ustedes por segunda vez! ¡Sépanlo!

En esto, hijos amados, podrán distinguir a ÉL, Mi Hijo, del anticristo, que los llevará por mal camino si no están preparados. Amén.

Los amo mucho. Crean y confíen en Mi Hijo Jesucristo que los ama tanto y busca la salvación de las almas de todos ustedes. Amén.

¡El tiempo de la misericordia aún no ha terminado!

Pero ¡ay de ustedes cuando pase, porque entonces los alcanzará la justicia! Amén.

Con profundo amor.

Su Madre de Covadonga, Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.