707. ¡Pronto se reconocerá a aquellos de entre ustedes que sirven al diablo! — 05.10.2014
Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a los hijos de la Tierra lo siguiente:
¡Las plagas que ahora vendrán sobre su Tierra serán grandes y funestas, porque el pecado en el que ustedes viven es grande y funesto!
Por eso, Mis hijos, es importante que se enmienden: ¡deben encontrarse completamente con Jesús! ¡Estar completamente con ÉL! ¡Y estar completamente ahí para ÉL!
No cometan más pecados y, si fallan, confiésense inmediatamente: ¡porque quien lleva consigo el pecado no estará cerca de Jesús, y quien no está cerca de Jesús se perderá en manos de los advenedizos, y al final se perderán en manos de su amo!
Profesen su fe, Mis hijos, ¡y denle a Jesús su SÍ! Cuanto más cerca estén de Mi Hijo, más fácil será el final “funesto” para ustedes, cuanto más puros sean, ¡menos plagas les sobrevendrán!
Estén advertidos, ¡porque pronto se reconocerá a aquellos de entre ustedes que sirven al diablo! ¡Dios los castigará, y ustedes los verán como leprosos, porque la marca que llevarán en la cara será repugnante!
Conviértanse, hijos Míos, ¡y no se pierdan en el laberinto de las mentiras, las tentaciones, la inmoralidad y la “presunción” del diablo! ¡Todo lo que no sea amor puro no proviene del Padre!
Así que fíjense, donde hay amor puro, ¡sientan cómo los hace felices, vivos, alegres y gozosos! ¡Trae la plenitud, y lo encontrarán en y a través de Mi Hijo, su Jesús! ¡Así que profesen su fe en ÉL ahora y no esperen más!
Si les sobreviene una plaga, pidan ayuda a las Huestes Celestiales del Padre. Sus Santos Ángeles vendrán a su lado, pero deben ESTAR PUROS, LIBRES DE PECADO, ¡para poder gozar este generoso regalo!
¡Dense prisa! ¡Purifíquense! ¡Confiésense, hagan penitencia y expíen! Vivan en constante arrepentimiento y disposición al sacrificio, entonces Mis hijos tan amados, serán dignos a los ojos del Señor, y Su ayuda les será concedida.
Corran, Mis hijos, y purifíquense, de lo contrario, ¡estas plagas también los alcanzarán a ustedes y “el Cielo” no podrá ayudarles! Amén.
Guarden Mi palabra y sigan Mi llamada, porque es el deseo del Padre, que Me encomendó esta misión.
Con amor,
Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
