726. Así serán elevados… — 24.10.2014

Mi hija. Mi querida hija. Escribe, Mi hija, y escucha lo que Yo, su Santo Padre en el Cielo, quiero decir hoy a todos los hijos de la Tierra:

¡Deben confiar en Mi Hijo y aceptar y ofrecer como sacrificio todo lo que suceda! Esto no significa que están dando mano libre a los advenedizos. Significa que, sin importar lo que suceda en su vida, lo acepten y lo ofrezcan como sacrificio a Mí, su Padre en el Cielo.

Mis hijos. Deben decidirse, porque el fin se acerca. A aquellos de ustedes que LE den a Jesús, MI Hijo Unigénito, su SÍ – (¡) su sincero SÍ (!)-, se les mostrará el camino hacia el Nuevo Reino. Serán elevados y mil años de paz serán suyos. A aquellos de ustedes que no se declaran a Jesús, que se les diga: ¡los esperan tiempos difíciles y una eternidad llena de sufrimiento y tormento!

¡Deben declararse y orientarse completamente hacia Jesús! ¡Dejen que lo terrenal sea terrenal y vengan completamente a Mi Hijo! No se dejen distraer por las dificultades terrenales, ¡sino aprendan de ellas! ¡Deben “crecer” y “madurar”, como un fruto dulce que solo después de crecer y madurar desarrolla todo su potencial (gustativo)! Jesús vendrá a liberarlos y a llevarlos y ÉL los elevará, pero deben haber alcanzado [antes] un cierto “grado de madurez”.

Mis hijos. Esto solo es un ejemplo para que lo entiendan mejor. Con todos los “problemas” que se les presenten, “crecerán” y “madurarán”. Así que no se dejen abatir por los problemas y las dificultades, sino acéptenlos y aprendan a entregármelos a MÍ. MI Hijo les ayudará en cualquier situación, ¡pero deben pedírselo a ÉL!

Mis hijos. Yo, su Padre en el Cielo, los amo mucho y YO desearía que se les pudiera ahorrar toda la purificación que aún debe tener lugar para poder elevarlos. Pero ustedes no reconocen la verdad y siguen cada vez más al diablo, sin darse cuenta realmente, ¡porque se cierran a la verdad y no se preocupan por la salvación de sus almas!

Ábranse a Jesús, Mis hijos, y síganlo a ÉL. Así serán elevados cuando llegue el gran día de la alegría y no se perderán en manos de Su adversario.

Vengan, Mis hijos, vengan y pónganse ahora en camino hacia Jesús. ÉL los abrazará a cada uno de ustedes con Sus Santos Brazos y no rechazará a ninguno de ustedes, porque ÉL los ama como YO los amo, y este amor dura eternamente.

¡Así que vengan y pónganse en camino! ¡El camino a Mi reino celestial está abierto para ustedes tan pronto como LE den a Jesús su sincero SÍ! Amén. Que así sea.

Su Padre en el Cielo que los ama.

Creador de todos los hijos de Dios y creador de todo lo que existe. Amén.