32. ¡Despierten, no se dejen engañar, prepárense! — 12.02.2013

Mi hija. Mi querida hija. Tiempos malos están llegando. Con la renuncia de su Papa, quien fue un verdadero Hijo y vicario de Mi Hijo, Jesucristo, aquí en la tierra, llegará una oscuridad que causará desesperación en muchas almas. Oren por esas pobres almas que no saben cómo ayudarse a si mismos. Oren por los pobres niños en África quienes son loa conejillos de Indias de los malvados, y oren por si mismos para poder soportar la tribulación que está por venir. Los eventos pronto sucederán cada vez más rápido, y ustedes, Mis queridos hijos, necesitan mucha fe en Dios para que no sean engañados por el Anticristo. Tantas mentiras ahora serán vendidas como la verdad, y los hijos incrédulos de su mundo las aclamarán y se regocijarán. Tan pronto como vean que la Iglesia Católica se está abriendo, acercando a y aprobando las cosas mundanas, entonces sepan que la hora ha llegado.

Mis hijos, mis queridos hijos. El tiempo es corto y ustedes deben estar bien preparados. Quien no sea fuerte ahora, fuerte en la fe por / para Nosotros, experimentará tiempos difíciles.

Queridos, queridos hijos. Todos los que sean fieles a Nosotros entrarán en el Reino de los Cielos. Mi hijo no los abandona y no les miente. El Anticristo, por otro lado, hará todo eso. Los engañará con fidelidad eterna, apoyo y buena voluntad, aunque solo tiene en mente sus metas satánicas. Él los «calmará» con su naturaleza carismática y millones estarán a sus pies. ¡Despierten, hijos Míos! ¡No se dejen engañar! ¡Oren, oren, oren! Quien no ora lo encontrará muy, muy difícil de no caer en las mentiras del Anticristo.

Las profecías que les hemos enviado se cumplirán ahora. Oren, hijos Míos, que se atenúen los tiempos, porque solo así podrán evitar lo peor. Confiésense, Mis queridos hijos, porque solo así serán puros para el encuentro con Mi Hijo, Jesucristo. Vivan como si cada día fuera su último, para que puedan enfrentar a Mi Hijo con un corazón que ama. Solo Dios, Nuestro Padre, sabe cuándo sucederá, así que prepárense.

Los quiero mucho, Mis amados hijos. Sepan que siempre estaré ahí para ustedes. Estoy a su lado. Yo protejo a los que me lo piden, y YO tengo el poder todopoderoso del Padre para aplastar a la serpiente. Así que quédense Conmigo, mis hijos amados. Escuchen su corazón. Invoquen al Espíritu Santo, porque incluso en la oscuridad más profunda Él les dará luz y claridad. Oren al Santo Arcángel Miguel. Él está listo con su ejército para luchar por ustedes, mis fieles seguidores. Siempre recuerden que juntos somos muy fuertes y que Mi Hijo, Jesucristo, derrotará al adversario.

Obténganse ahora acceso a todas las profecías que les hemos dado. Muchos no quieren creer en los últimos tiempos. ¡Despierten! Ya viven en ellos. Les mantendremos informados sobre los «canales» que conocen. ¡Confíen en Nosotros! Los guiamos por estos tiempos difíciles y seguimos preparándolos para todo. Nunca los abandonamos y les seguiremos instruyendo. Las oraciones de la Cruzada de Oración ahora son más importantes que nunca. (https://www.elgranaviso-mensajes.com/cruzada-de-oracion/). Quien pueda, las ore. Quien aún no esté listo, quien aún necesite tiempo, quien quizá recién Nos haya conocido, ahora no se desespere. Estas oraciones son tan extensas que son principalmente rezadas por Nuestros oradores profesionales. Quien así lo dese puede elegir una oración que encuentre pertinente, para quien es demasiado todo eso, le daremos aquí más y más oraciones que son fáciles de orar incluso para los principiantes. Sin embargo, me gustaría destacar la importancia de las oraciones de la Cruzada de Oración.

 

Mi hija. Mi querida hija. Hay tanto ahora que quisiera decirte, sin embargo, lo dicho primero debe ser registrado y procesado por todos Mis queridos hijos, incluyéndote a ti. Recuerden siempre el final del camino, porque ahí está la luz de Dios, que los espera para que entren junto a Mi Hijo, Jesucristo, al final de los días de este mundo, como ustedes lo conocen, para vivir en alegría eterna. Tan pronto como Nuestro Padre, Dios el Altísimo, dé su visto bueno, Mi hijo viene a su tierra y lo predicho se hará realidad.

 

Mis hijos. Mis amados hijos. Esperen este día con alegría, pero también estén preparados bien para que su alma pueda soportar la Luz Divina. Libérense del pecado y purifíquense (del pecado), Mis hijos amados, para que en el día de los días puedan enfrentar a Mi hijo llenos de alegría.

Los amo de todo corazón,

Su Madre en el Cielo.

Oración No. 7: – Oración para hacer el bien

Quiero serte fiel y ayudarte con mi oración. Por favor, acepta mi benevolencia y pásala hacia donde se requiere. Amén.

Mi hija, quien rece esta oración mientras piense en Mí y / o en Mi Hijo, nos regala una oración que podemos usar discrecionalmente donde la necesitemos. Esto puede ser para una situación, para un alma, para un proyecto y mucho más. Sin saber para qué intención en específico están orando, esta oración hace el bien donde la llevemos. Una forma muy simple de hacer el bien sin romperse la cabeza, para qué intención orar. Su oración llegará exactamente donde más se necesita.

Gracias, hijos Míos.