163. ¡Solo Dios es omnipotente! — 05.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo. Hoy es un día hermoso, porque su tierra ha experimentado mucha purificación y muchas conversiones han tenido lugar en las profundidades de muchas personas.

Otros reflexionan sobre por qué todo está como está y buscan una explicación más allá de dónde y del por qué podrían venir todas las irregularidades climáticas. Aquí, el Espíritu Santo ahora está trabajando activamente en estos corazones para que encuentren el camino hacia su y Nuestro Creador.

Y luego hay aquellos que literalmente «se rompen la cabeza» tanto que se esfuerzan pensando, pero no logran encontrar ninguna explicación en su historial meteorológico, porque el que investiga sin Dios nunca encontrará una explicación válida, el que ignora la omnipotencia de Dios, estará siempre estableciendo nuevas teorías, todas las cuales no serán válidas a largo plazo.

Solo Dios es omnipotente. Es ÉL que hace las inundaciones y que los vientos sean tormentosos, a ÉL obedece el fuego y la tierra. Él prende. Él apaga. Y todo esto para que Sus hijos «perdidos» puedan encontrar su camino de regreso a Él.

Aquellos de ustedes que son creyentes saben acerca de la omnipotencia de Nuestro Padre, Dios Altísimo. Aquellos que no creen están buscando desesperadamente explicaciones, tomando medidas de precaución y viven con un miedo constante de todo lo que podría sucederles en la vida.

¡Despierten y vengan a Dios Padre! ¡Vivan de acuerdo con Sus leyes y aférrense a Sus ayudantes celestiales! Para esto, deben dar su SÍ a Jesús, Mi Santo Hijo, porque ÉL es el camino hacia el Reino de los Cielos. Él es el puente que los conecta con Dios Padre y el Cielo. Sin Él, sin SU guía caerán una y otra vez, y los obstáculos se superarán solo difícilmente, las pruebas pasarán solo difícilmente o no las pasarán.

Den su mano a Jesús, Mis amados hijos, y síganlo a Él. Una vida con Jesús es lo más hermoso que un alma humana pueda experimentar. Entonces, ¿qué están esperando? Crean y confíen y denle su SÍ. Entonces, Mis tan amados hijos, su vida se volverá hacia lo positivo, el miedo y la duda darán paso al amor, la paz y la alegría. Tendrán corazones felices y plenas, y nada, ABSOLUTAMENTE NADA podrá «desviarlos».

Jesús los cuidará entonces. Entréguense a Él, su ser, su vida, sus familias, todo lo que tienen, lo que son. Solo así allanarán su camino hacia el Nuevo Paraíso, solo así podrán reclamar los frutos y las glorias de Dios para ustedes y sus seres queridos.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

(Jesús sonríe) Gracias, Mi hija. Te amo.