223. Sean buenos los unos con los otros y vivan en alegría con Nosotros — 03./04.08.2013

Mi hija. Mi querida hija. Es importante que también se reúnan con otras personas, porque solo de esta manera pueden intercambiar ideas y hablar sobre cosas juntos, difundir Nuestra palabra, encontrar soluciones para ciertas cosas.

No es bueno para ninguno de Nuestros tan amados hijos estar solo todo el tiempo, porque el hombre fue creado para la unión y para el intercambio (verbalmente) con sus semejantes. Siempre habrá hijos de Dios con los que más les gusta estar, pero es importante tener una relación amigable con todos los hijos de Dios.

Quien se aísla, quien solo se preocupa de sí mismo pronto estará solo, y eso no es bueno para su alma. Salgan, júntense con otra gente y manténganse siempre en contacto con Nosotros. Ustedes fueron creados para vivir, estén conscientes de esto, porque la [vida] ermita no es para todos. Solo pocos soportan en cuerpo y alma el estar solo en aislamiento. Solo pocos de Nuestros hijos realmente tienen una vocación para hacer esto.

Por lo tanto, disfruten de la vida e intercambien ideas. Crean momentos hermosos en su vida cotidiana y disfruten del “tiempo libre” de sus compromisos. Venga a Nosotros, si se sienten bien así, a Nuestros lugares sagrados o donde se sientan más cercano a Nosotros y disfruten su tiempo con Nosotros y también disfrútenlo con otros. Esto es lo que Dios Padre pensó [planeó] para ustedes: vivir con ÉL y en común con otras personas en amor y confianza, donde la alegría solaza su corazón y donde son fieles y devotos a su Padre Celestial.

Mis amados hijos, sean buenos los unos con los otros y vivan en alegría con Nosotros. Entonces su vida volverá a ser hermosa y sus cargas serán más fáciles de soportar.

Los amo.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

«Amén, les digo:

Quien no es bueno con su prójimo, tampoco será bueno con Dios. 

Quien pisotea a su prójimo, también pisotea a Dios Padre.

Por lo tanto, sean buenos los unos con los otros y regálense amor, alegría, reconocimiento y respeto.

De esta manera también LE gratificarán a Dios Padre y ÉL, quien es todopoderoso, se lo recompensará bien.

Así que sean buenos y sean fieles y piadosos, porque ése es el camino que los lleva a ÉL. Que así sea.

Su Jesús quien los ama.
Redentor de todos los hijos de Dios.»