255. Pero el que no honre al Padre pertenecerá al animal para siempre — 01.09.2013

Mi hija. Mi querida hija. El mundo de Nuestro Señor será hermoso. Crean y confíen. No hay nada que conocen en este mundo que sea igual o incluso cercano a lo que Dios, Nuestro Señor y Padre, tiene preparado para ustedes.

Hijos Míos, purifíquense. Vayan a confesarse. Vayan a sus Santas Misas mientras aún existan oficialmente. Porque pronto el maligno hipócrita revelará su verdadero rostro y entonces Nuestros fieles siervos e hijos sufrirán. ¡Serán perseguidos y burlados, rechazados y ridiculizados! Serán acusados de herejía y otras atrocidades «oscuras», y ellos tergiversarán la verdad, su verdad, de tal forma que ustedes sean condenados y castigados.

Los siervos sagrados de Mi Hijo, si permanecen fieles a ÉL, al único Hijo verdadero de Dios, serán excomulgados y todos aquellos, que no sigan al maligno y a sus «leyes» impuestos sobre ustedes que los restringen y que son injustas, serán perseguidos y atormentados. ¡Sufrirán, pero podrán soportarlo porque con este, su último sufrimiento, correrán en los brazos sagrados de Mi Hijo!

Este tiempo no durará mucho, esto se lo promete su Padre, cuya mano caerá. Los buenos, es decir ustedes, Mis queridos y fieles hijos, serán elevados y entrarán gloriosamente en el Nuevo Mundo, la Nueva Jerusalén. El resto, ustedes serán borrados, con un solo golpe caerán todos víctimas del lago de fuego y allí quemarán y estofarán para siempre. Su tormento será muy muy grande y no cesará nunca, porque han rechazado al Padre y en vez han adorado al animal, y así vivirán para siempre con Él que es la raíz del horror y la oscuridad.

El que no se de vuelta ahora será igualmente barrido cuando la estela [la succión] del lago de fuego se haga cada vez más fuerte, y se quedarán ante puertas cerradas de la Nueva Jerusalén. Porque sólo al que es puro y fiel se le concederá la gracia de entrar en esta gloria. Pero el que no honre al Padre pertenecerá al animal para siempre.

Así que ahora dense vuelta, Mi amado rebaño de hijos, ¡y oren, oren, oren! Más que nunca deben rezar Nuestras oraciones, porque sólo así se les quitará lo peor y el plan malvado del diablo ejecutado por el Anticristo, el hipócrita (falso profeta) y grupo malvado (¡devotos adoradores del diablo de cierta conexión sanguínea!) será frenado.

Oren, arrepiéntanse, ofrezcan sacrificios y honren al Señor. De esta manera podrán salvar sus y muchas otras almas y evitar el mayor mal que aún está por venir. Oren, hijos Míos, oren. Y todo estará bien para ustedes. Lo prometemos. Le agradezco desde lo más profundo de Mi santísimo corazón maternal.

Con profundo amor y unión.

Su Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

 

«Amén, les digo esto:

Si no oren, no ofrecen sacrificios y no son buenos, les sucederán malos tiempos.

Si siguen perdiendo su tiempo y no cambien y no se convierten, al final el diablo se apoderará de su alma.

Si permanezcan sordos, ciegos y mudos, la situación en su mundo será aún más terrible.

Si no aceptan y no obedecen nada de estas cosas que les decimos en estos santos mensajes, su mundo, y ustedes con él, perecerán terriblemente. 

¡Serán esclavos de Satanás, porque el Anticristo está entre ustedes y él es el Espíritu del Maligno! 

¡Experimentarán tortura y sufrimiento y una gran injusticia caerá sobre ustedes, porque el hipócrita está aliado con el animal y su Hijo!

Sólo el que viene a Mí encontrará también al Padre, y la gracia vendrá sobre ustedes y sus seres queridos. Serán limpiados, purificados y elevados, y les daremos la Vida Eterna a Nuestro lado. Que así sea. Vuelvan, porque pronto será demasiado tarde para aquello.

Su Jesús quien los ama y Dios Padre que tanto los ama. Amén.»

Gracias, Mi hija. Te amo. Amén.