346. ¡El amor todo lo puede! — 18.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. No estés triste. Tanta injusticia, tanto odio, envidia y sufrimiento que surge de ella, el sufrimiento causado por el egoísmo, el pensamiento egoísta y la sociedad del ego, el sufrimiento a causa de su apostasía que desborda su tierra y a ustedes mismos como un fuego ardiente e imparable, sólo puede detenerse si se vuelvan y encuentren el camino hacia Mi Hijo.

El amor en sus corazones es lo único que puede detener esta conflagración, este maremoto del mal, y cuantos más hijos este amor único, puesto en ustedes por Dios, Nuestro Padre, para que estén eternamente unidos a ÉL y puedan encontrar y tomar el camino hacia ÉL en todo momento, este amor conseguirá llevarlos de vuelta al Padre y poner fin a esta conflagración.

El amor todo lo puede si es el amor verdadero y puro del Señor, y sólo quien se profesa al Padre, da su SÍ a Jesús y usa su libre albedrío para el bien podrá disminuir y vencer el mal, porque [entonces] Mi Hijo está a su lado, le ayuda, le hace fuerte y le llena de ese amor divino que le da todo esto y lo guía de vuelta a los brazos del Señor, Nuestro Padre.

Mis hijos. Todavía se necesita mucho sufrimiento para convertir a las almas perdidas. La aceptación del sufrimiento y del sacrificio es, por lo tanto, muy importante para la conversión y la salvación de almas. Sólo un alma convertida consigue entrar en el Reino de los Cielos. Sólo quien dé su SÍ a Jesús será llevado a su Nuevo Reino.

Mi niña. Mi hija. Díselo a Nuestros hijos, porque son tantos que no lo saben. Son tantos que no creen. Son tantos que permanecen en la pena y el sufrimiento. Son tantos que se pierden en las tentaciones del diablo.

Mis hijos. ¡Despierten y conviértanse! Vuelvan a encontrar a Jesús, Mi Hijo que tanto los ama, porque ÉL les dará el Cielo en la tierra y con ÉL su alma será feliz. ¡ÉL es el camino hacia el Padre, de vuelta a casa a donde el Creador de todos ustedes!

¿A qué están esperando? Prepárense para este tiempo maravilloso, porque su alma experimentará la paz y será bendecida con las glorias del Señor.

Vengan, Mis hijos, vengan porque no hay nada más hermoso, nada trae más plenitud que una vida con Dios Padre y Nosotros, sus Ayudantes Celestiales. Digan SÍ a Mi Hijo y se les regalará una maravillosa transformación.

Que así sea. Los amo.

Su Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

Confíen, Mis hijos, porque el que confía en Mi Hijo tendrá una vida plena. Amén.