377. ¡Los engañarán con un gran escenario! — 15.12.2013

Mi hija. La oscuridad y la pesadez se extienden sobre su tierra, porque el diablo está colocando velos de niebla cada vez más espesos a su alrededor para así apartarlos de la luz del Señor. Por lo tanto, mantengan siempre la alegría y el amor en sus corazones, porque aquellos que viven en la alegría y el amor no serán dañados por estos velos. Las nieblas se están espesando y muchos de Nuestros hijos están sufriendo por ello. Sin embargo, ustedes no ven estas nieblas, aún así su corazón las siente, y muchas personas están afligidas por la desolación, la depresión y la tristeza.

Mis hijos. ¡Denle su SÍ a Jesús y estas pesadas nieblas serán quitadas de ustedes! ¡Ya no sufrirán de su ánimo y su corazón se volverá libre y alegre! Vuélvanse a Jesús, a su Señor y Salvador, porque ÉL está ahí para ustedes y los está esperando, porque es ÉL quien los llevará al Padre, sin embargo, deben darle a ÉL su consentimiento.

Mis hijos. El diablo está preparando el «sprint final», por eso estas nieblas son tan profundas, espesas y pesadas. Cuanto más se separan de la luz del Padre, más fácil será para él (nota: el diablo). Sus elegidos malvados pronto se alzarán como vencedores del mal, son obstante, hijos, ¡estén advertidos! ¡Todo es solo un juego malvado! Tan pronto que confíen en ellos, los animen y los acojan, darán un giro de 180 grados y su alma negra saldrá a la luz.

Entonces, Mis amados hijos, no faltará mucho hasta que Mi Hijo regrese, pero manténganse en estado de alerta, porque el maligno se hará pasar por Mi Hijo, pero sus «milagros» no serán del Cielo, sino que vendrán del infierno. Los engañarán a con un gran escenario y muchos de Nuestros hijos caerán en él.

Por lo tanto, mantengan sus ojos y oídos abiertos, aléjense de las masas, escuchen a su corazón e invoquen al Espíritu Santo, pues ÉL los iluminará con claridad, así como el Santo Arcángel Miguel luchará por ustedes con su poderosa espada, sin embargo, pídanle a ÉL que lo haga. Cada día, cada hora, cuando estos tiempos comienzan ahora.

Mis hijos. Disfruten de esta Navidad y pónganse en contemplación completa a Dios. Nuestro Padre en el Cielo los ama a cada uno de ustedes y Su bendición está con cada uno que quiera aceptarla. Acudan a sus Santos Lugares y Santas Misas y hagan uso de los Santos Sacramentos. Así es como se preparan para Jesús, porque ÉL los liberará.

Vengan, Mis hijos, ¡vengan y den su SÍ a Jesús! Yo, su Santa Madre en el Cielo, los espero y los conduzco hacia ÉL.

Vengan y vuelvan a ser hijos felices del Señor. Que así sea.

Su madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«La Navidad es especial, así que celébrenla como algo especial. Amén.»

Gracias, Mi hija.