500. Las personas deben tener esperanza para no perderse ante la bestia. — 01.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Ahí estás, Mi hija tan amada por Mí. Por favor, hoy diles esto a los hijos de la tierra:

Cuando la luz de su tierra parezca desvanecerse, únanse en oración Mis fieles seguidores, y [entonces] Mi Espíritu Santo estará entre ustedes.

El tiempo oscuro no durará mucho, sin embargo, es imperativo que continúen rezando, celebrando Mis Santas Misas -es decir, en secreto, pues sus iglesias estarán o cerradas o para la adoración de la bestia-, leyendo en sus Sagradas Escrituras y contándoles a sus hijos -pues ellos no entenderán lo que está sucediendo- sobre Mí, Mi Segunda Venida y Mi Reino creado nuevamente.

¡Denles a los más pequeños entre ustedes el rayo de esperanza que ellos necesitan para no estar llenos de miedo -pues el diablo lo avivará de la manera más terrible- y de tristeza!

Cuéntenles a los que entonces todavía no creen en Mí y en Mi Palabra lo que va a suceder y que todo fue profetizado tal cual hace mucho tiempo, para que ellos también puedan todavía convertirse y Yo pueda llevarlos Conmigo a Mi Nuevo Reino.

¡Entonces cuéntenles que este tiempo oscuro terminará en los 3 días oscuros que les fueron profetizados y de lo que viene después de eso!

¡Las personas deben tener esperanza para no perderse ante la bestia, la que ejercerá su poder durante este tiempo y pondrá mucho terror, maldad y desgracia en los corazones de la gente para también provocarlos a ellos a actos impíos!

Mis hijos. ¡Permanezcan fieles y entregados a Mí en todo momento! ¡Adórenme y oren por sus hermanos y hermanas! ¡Ámenme y venérenme! Ningún hijo que se entregue a Mí se perderá. Se lo prometo.

Mis hijos. Gran parte de toda la desgracia que está planeada de afectar su mundo aún puede ser mitigada e incluso evitada. Así que oren, Mis fieles seguidores, ¡y estén preparados para Mí!

¡Los amo tanto! Quiero llegar a todos los hijos de la tierra, otorgarles Mi amor y cuidar de ellos, pero sólo a el que venga a Mí voluntariamente, se encomiende a Mí y confíe en Mí, solo a él podré regalarles Mis glorias que Me ha dado el Padre.

Los amo. Permanezcan fieles a Mí.

Su Jesús. Amén.

Mi hija. Divulga esto. Tu Madre en el Cielo quien te ama. Amén. Vete ahora.