644. ¡Los signos de la bestia ya están en todas partes! — 07.08.2014

En el lugar sagrado:

Mi hija. Por favor, hoy diles a Nuestros hijos lo siguiente:

Su mundo se está derrumbando y ustedes dejan que esto suceda. Calladamente observan todo lo que sucede, pero (casi) nadie se levanta. Su mundo perecerá, se hundirá en el pantano del diablo, pero los que están con Mi Hijo y siguen Nuestro llamado serán levantados y no perecerán como los demás.

Mis hijos. ¡Tengan coraje! ¡Levántense! ¡Tomen posición! ¡Defiendan a Mi Hijo y no se dejen engañar! ¡Lo que viene de su papa no es digno de un papa! Él es el falso profeta, ¡pero todavía no quieren admitirlo! ¡Miren lo que hace! ¡Escuchen lo que dice! ¡El no los defiende a ustedes que son cristianos ni a la Santa Palabra de Mi Hijo! El no hace nada (bueno) por ustedes, pero tan pronto como salen algunas líneas «positivas» de su boca, TODOS ustedes caen en dudas y lo alaban como el cielo, ¡aunque fue enviado por el propio diablo!

Mis hijos. ¡Enfrenten la verdad y comiencen a confiar totalmente en Jesús! ¡Ese hombre falso en la silla de Pedro NO ES SU SANTO REPRESENTANTE! ¡No fue enviado ni elegido por ÉL! ¡Pero sí viene de las filas de los adoradores del diablo y fue elegido por ellos!

Ustedes se encuentran en los últimos tiempos, Mis hijos. Si solo abrieran los ojos y los oídos, entonces sabrían dónde están parados: ¡al final de su existencia del mundo y en manos de aquellos que siguen al diablo sin voluntad propia y ciegamente!

Mis hijos. El fin llegará, pero traerá mucho sufrimiento. Vivirán atrapados en una sociedad gobernada por el diablo y solo hay una salida: ¡Mi Hijo! Serán esclavos del gobierno mundial de los malvados, ¡y el diablo les obligará aceptar su marca! Muchos ya lo llevan escondido debajo de la piel, y pronto todos los habitantes de la tierra habrían de usarlo. Se les negará cualquier servicio, cualquier «movimiento» como transacciones monetarias, compras, etc. si no llevan esta marca. No podrán acceder a sus fondos sin este chip, que lleva la marca del diablo y que gradualmente los «destruye». Se convertirán en seres manipulados tan pronto como acepten este chip, pero si lo aceptan esto significará su perdición, porque el diablo obtendrá todo el poder sobre ustedes.

Mis hijos. Los signos de la bestia ya están en todas partes. Sus políticos los usan en el reverso de sus trajes, sus músicos los usan en sus videos musicales y portadas, sus iglesias, rosarios y otros objetos «sagrados» ya están contaminados con ellos, pero todo esto todavía está hábilmente disfrazado de tal forma que ustedes apenas se dan cuenta. Incluso su moda tiene estos signos, los símbolos del demonio, y no deberían usar calaveras o cruces modernas de moda porque TODOS ellos tienen un efecto satánico, negativo en ustedes, incluso si no son conscientes de esto.

Mis hijos. ¡Encuentren a Jesús! Estén entregados completamente a ÉL y quédense con ÉL, de lo contrario estarán condenados. No acepten la marca del diablo, porque significará su «muerte espiritual», es decir su alma experimentará el mayor sufrimiento y serán sin voluntad propia frente toda manipulación y control.

Tengan cuidado con todos tipos de vacunas, porque aquellos de ustedes que se nieguen a aceptar la marca de la bestia lo recibirán a través del «plan-B». Aún así no tendrán derecho a los servicios públicos, la banca, etc., pero serán manipulables y sin voluntad propia. Se les negarán y los privarán de todos los «derechos», pero también a ellos la «máquina del maligno» los destruirá gradualmente. Su alma se perderá. Así que tengan cuidado y no acepten ningún tipo de vacuna, porque todos los caminos son adecuados para el diablo para atrapar incluso a las últimas almas fieles a Jesús y hacerlos caer en la perdición.

¡No se preocupen nunca en todos estos días que vienen porque Jesús y el Padre los cuidan! Su pan se multiplicará y su agua fluirá. Así que no tengan miedo y entréguense completamente a ELLOS.

Los amo, Mis hijos, y siempre estoy con ustedes. Llámenme y estaré allí para ustedes.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.