818. ¡Ninguna petición les rechazaré, siempre y cuando sirva a su salvación o la salvación de otro! — 19.01.2015

Mi hija. Escribe y escucha lo que Yo, tu Santa Madre en el Cielo, quisiera decirles a los hijos del mundo hoy:

Conviértanse, hijos Míos, porque pronto será demasiado tarde para ustedes, y ustedes vagarán y se perderán si no se hayan convertido a Mi hijo, su Jesús, porque el «espíritu de confusión» ya está entre ustedes y causa desgracias, así que oren al Espíritu Santo por claridad y guía, y utilicen la oración que les hemos dado recientemente, para que muchos hijos más encuentren el camino a Jesús y al hogar (oración No 38).

Mis hijos. Aún no es demasiado tarde para su conversión. ¡Encuentren a Mi hijo completamente y consolídense en Él! Conságrense a ÉL diariamente (Oración No 31) y pídanme a Mí, su Madre en el Cielo quien los ama, por guía y protección. Ninguna petición les rechazaré, siempre y cuando sirva a su salvación o la salvación de otro.

Con un corazón sincero y puro, deben recurrir a Mí y a Mi Hijo y al Espíritu Santo. «Estaremos ahí», los ayudaremos y guiaremos, y les damos protección contra la confusión y la aberración, ¡SIEMPRE Y CUANDO USTEDES CONFÍEN COMPLETAMENTE EN MI HIJO, SE ETREGUEN A ÉL Y SE HAYAN CONSOLIDADO EN ÉL COMPLETAMENTE!

Mis hijos. Confiar en Mi Hijo significa ser humilde. Sin embargo, ¡la humildad es lo que a la mayoría de ustedes les falta! ¡Así que arrodíllense ante el Señor y RUEGEN POR ELLA! Rueguen por un corazón humilde y que el orgullo, su orgullo ceda.

Oración No 39: Oración por la humildad

Señor, Te doy mi corazón. Haz que se vuelva suave, puro y humilde, y no dejes que el orgullo se extienda en él.

Guárdame, Señor, en tu pureza y concede a mi corazón un amor profundo por Ti, mi Señor, mi Rey.

Te amo.

Tuyo quiero ser, ahora y por la eternidad.

Amén.

Mi hija. Esta oración es extremadamente importante porque el orgullo se interpone en el camino de tantos hijos. Rueguen, incluso imploren por la humildad en sus corazones y conságrense a Jesús, hijos Míos, porque entonces el diablo DEBE ceder (de ustedes). Amén.

Los amo. Gracias por difundir Mi / Nuestra palabra.

Con amor profundo,

Tu/su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Salvación. Amén.

«Estas oraciones (No 38 y 39) son muy importantes y causan grandes milagros en el corazón, Récenlas con devoción y amor, Amén».