828. ¡La devoción no conoce condiciones! — 29.01.2015

Mi hija. Mi querida hija. Escribe, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Madre en el Cielo quien tanto te ama, hoy quisiera decirte a ti y a los hijos de la tierra:

Acepten todo y ofrézcanlo como sacrificio, porque todo sufrimiento, malestar, enfermedad y abatimiento el Señor transforma en amor por el mundo, si ustedes se lo ofrecen como sacrificio a Él, y si lo soportan en alegría para ÉL y con ÉL – ya que Él nunca los dejará solos, así que pídanle que les ayude a soportar.

Mis hijos. Todavía se necesita tanta penitencia, así que no se resistan, dado que su sufrimiento y su angustia, su pesadez, sus cargas, su malestar y su abatimiento ustedes pueden ofrecer al Señor como sacrificio, con el fin que cause el bien al mundo.

Así que acepten todo y ofrézcanlo como sacrificio y únanse con Jesús en el sufrimiento. Quien acepta sufrimiento por su Redentor pronto experimentará la mayor alegría.

Mis hijos. Mis hijos tan amados. Dejen de “pensar en automatismos» y no tengan expectativas ningunas, ¡porque estas se igualan a derechos!

Oren y hagan penitencia por el amor por Jesús y por sus hermanos y hermanas en el Señor.

 

Lleven alegría en su corazón.

 

¡Su oración y su penitencia logran mucho bien, pero esto funciona solo si no esperan nada a cambio!

 

Lleven esperanza en su corazón, pero no exijan nada al Señor. Deben orar con amor y alegría, lo mismo vale para la penitencia: ¡Debe suceder por el amor al Señor y no por estar sujeto a sus condiciones!

 

¡Deben confiar, hijos Míos, y deben entregarse a Mi Hijo! La devoción no conoce condiciones, así que ahora dejen de “pensar en automatismos” (= como una máquina: ¡¡yo lanzo una oración y abajo sale MI VOLUNTAD!!), porque: «No se haga mi voluntad, sino la voluntad del Señor, y para eso, déjame ser Tu herramienta».

Mis hijos. Regálense a Jesús y no LO condicionen, porque quien pone condiciones, quien lleva expectativas en lugar de esperanza en su corazón y quien impone exigencias, aún está alejado del Señor.

Así que ahora rueguen por el verdadero amor al Señor para que puedan servir y seguirlo a ÉL:

Oración No 40: Oración por el amor incondicional

Oh, Jesús Mío, te amo. Ayuda, que mi amor por Ti sea puro y sin condiciones. Guíame en este camino de amor por Ti, y ayúdame a ser como Tu quieres que sea.

Te amo. Déjame ser Tu sirviente, sin expectativas, pero lleno de esperanza.

Amén.

Mi hija. Mis hijos. Esta es una oración maravillosa que les ayudará a acercarse aún más a Jesús. Órenla por ustedes y / u otros.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.