1334. ¡El significado de esta fiesta! — 23.12.2021

Mi hija. La historia de la salvación comenzó hace más de 2000 años con y a través del nacimiento de Mi Santísimo Hijo Jesucristo, sin embargo, la mayoría de ustedes no ha entendido este milagro y tan gran regalo para ustedes hasta hoy.

Los que sí lo «saben» se han conspirado contra ÉL, contra Jesús, porque sirven a otro y desprecian a Jesús, Mi Hijo que se hizo (hombre-) carne por ustedes. Han caído en la trampa del maligno y no han reconocido que sólo el camino de la humildad los llevará a la Vida Eterna en la gloria. Ese camino es (seguir a) Jesús.

Otros, Mis amados hijos, y es eso lo que son, se han vuelto tibios y consideran en gran medida el nacimiento de Mi Hijo sólo una «bonita historia», otros no tienen ni idea de QUIÉN es Jesús y están atrapados en otras «creencias», todas las cuales sólo los llevarán a uno mismo, pero no les permitirán alcanzar la Vida Eterna en la gloria.

Hijos, deben despertar y reconocer el mayor y más magnífico y gratificante regalo que les ha sido dado por Mí, por su Padre del Cielo, con y a través del nacimiento de Mi Santísimo Hijo Jesucristo. El que celebra la Navidad como una fiesta de regalos materiales no ha entendido el significado de esta fiesta. Ustedes deben convertirse y celebrar el nacimiento de Jesús, pues fue a través de éste, su nacimiento hace más de 2000 años, que se inició el regalo de SU salvación.

Ustedes no lo entienden amados hijos, y es eso lo que son, que SÓLO A TRAVÉS DE ÉL, A TRAVÉS DEL SEGUIMIENTO DE SU JESÚS, puedan alcanzar la Vida Eterna en la gloria. Todos los demás que no reconocen a Jesús por QUIEN ES se perderán a Su adversario, y ustedes saben a través de estos y otros mensajes lo que esto significa para su alma – PARA USTEDES, amados hijos, y es eso lo que son: sufrimiento eterno en el reino del infierno que ustedes tratan de negar lo más que pueden, sin embargo, hijos amados, y eso lo que son, su despertar acabará mal si no encuentran a tiempo a Mi Hijo, su Jesús, si no profesan su fe en ÉL, su Salvador y Redentor, y si siguen en el camino de no querer reconocer, porque son cómodos, porque son superficiales, porque no quieren cambiar, porque son tibios… la lista es muy larga, amados hijos, y es eso lo que son, muy larga.

Celebren esta fiesta como lo que es: el nacimiento de Jesucristo, Mi Hijo que tanto los ama y que se hizo hombre por ustedes, Mi regalo para ustedes, hijos amados, y es eso lo que son, para que no se pierdan y puedan alcanzar la Vida Eterna en la gloria en Mi Reino de los Cielos.

Acepten, pues, Mi regalo y no lo desprecien, porque quien lo hace está verdaderamente despistado. Ustedes deben encontrar a Jesús para no perderse y ese momento es ahora, amados hijos, y es eso lo que son.

Así que aprovechen esta Navidad y celébrenla debidamente. Dejen de lado su consumo material y (vuelven) a poner a la Sagrada Familia con el nacimiento del Niño Jesús en el centro, pues esto es la Navidad: el nacimiento de Mi Santísimo Hijo, para que ustedes, amados hijos, encuentren el camino de la salvación. Amén.

Oren a María, su Santísima Madre de Dios, porque ella fue digna de dar a luz a Mi Hijo y es (así) Corredentora de ustedes y del mundo. A través de Ella Yo hago que se produzcan numerosos milagros, así que oren a Ella, amados hijos, para que encuentren el verdadero camino hacia Jesús y no se pierdan ante Su adversario.

María ha llamado a almas seleccionadas al unísono conmigo para difundir Sus mensajes a lo largo de los siglos. Escúchenlos, pues sirven para su salvación. No se limiten a solo leerlos, ¡SINO QUE PÓNGANLOS EN PRÁCTICA! ¡Es por su salvación y la de sus seres queridos!

Oren diariamente Sus rosarios, amados hijos, y es eso lo que son, porque por ellos serán preservados y permanecerán en el camino hacia Jesús. María es su Madre Celestial, así que oren a Ella y pídanle protección y guía. Ella ama a todos Sus hijos y es LA intercesora de ustedes en Mi trono.

Órenle diariamente, amados hijos, y es eso lo que son, para que sigan preservados de las seducciones del anticristo. Amén.

Su Padre en el Cielo. Dios, el Altísimo. Amén.