1400-09. Parte 1, Mensaje de Juan, en un Lugar Santo el 17.02.2023

En un Lugar Santo el 17.02.2023

Mensaje de Juan

Mi hija. Yo, tu Juan, quiero instruirte.

Lo que vi y lo que escribí fue como un shock para Mí. Jesús, Nuestro Redentor, acababa de soportar tanto sufrimiento(s), nos redimió a ti y a Mí y a TODOS los hijos a través de Su muerte en la cruz, y entonces vi lo que el ángel Me mostró y tuve que llorar, sí, llorar amargamente, porque pensé que SU trabajo de redención habría sido en vano, si el mundo hubiera perecido como se Me había mostrado….

Fue muy triste para Mí, pero sabemos que SU obra de redención NUNCA fue en vano.

Tantos hijos ya han alcanzado la Vida Eterna a Su lado y con el Padre en el Cielo. ¡Tantas conversiones han ocurrido y aún ocurrirán! A tantas personas se les permitió experimentar tanto amor, amor puro, vivo y divino a través de Jesucristo, Nuestro Señor y Salvador, QUIEN ES.

Sin embargo, en ese momento yo estaba muy triste y apenado y enfermo del estómago con la amargura que el libro Me trajo.

Ustedes serán engañados, hijos de la tierra, de la manera más diabólica y esto, Mis hijos, ¡ya está ocurriendo!

Se darán cuenta del engaño cuando ya sea demasiado tarde para la mayoría de ustedes.

Sólo la conversión los salvará de la muerte eterna y del sufrimiento en el infierno bajo el tormento más tormentoso y el dolor más doloroso.

Ustedes serán las alimañas de la tierra que yo vi y que cayeron en el infierno porque no quisieron oír, porque fueron tercos y duros de corazón, porque no quisieron creer y no quisieron ver, ¡porque preferieron dar poder y fe al maligno antes que a su Mesías, Jesucristo, que los redimió con su santísima y preciosísima sangre en la cruz!

Ustedes no quisieron oír y serán las alimañas que vi y de las que Me entristecí mucho.

Mi Libro fue escrito, pero es posible cambiar. Contiene las verdades de su tiempo presente, pero nunca fue sellado.

El ángel me mostró lo que sucedería al final de los tiempos si los hijos (las personas) no se arrepentían.

Me mostró la gran apostasía, las guerras y las epidemias.

Vi cómo los Santos Ángeles del Padre protegían a los hijos inscritos en el Libro de la Vida.

Vi el poder de las oraciones de aquellos hijos que están completamente con Jesús.

Vi como todo era aún cambiable a través de la ferviente oración y súplica de los hijos creyentes, podía cambiar todo.

Pero también vi la indiferencia, el egoísmo y la tibieza de los demás. Vi la astucia y la decadencia de su moral. Vi el asesinato de vidas inocentes.

Vi tanta crueldad y Me puse triste, muy triste y enfermo (angustiado).

Pregunté al Ángel del Señor: ¿Por qué (todo esto)?

Y él me respondió: Porque la humanidad usa su libre albedrío contra Dios en vez de amarlo a ÉL.

Mis hijos. Todavía pueden cambiarlo a través de su oración.

Su conversión [arrepentimiento] es un requisito previo para que no perezcan como las alimañas que vi.

Vi como el mundo en ruinas, fuego, terremotos y catástrofes fue limpiado y exterminado de manera y mano inhumana, como en él perecieron los hijos de la muerte y como fueron elevados los hijos de la luz de Jesús, los hijos fieles, creyentes y amorosos.

En un momento todo había terminado, la cruel batalla del inframundo con el Cielo. Tanto temor. Tanto miedo. Sin embargo, había hijos orantes unidos frente a las velas en sus casas o en las de sus vecinos. Rezaron durante tres días. Y rezaron durante tres noches. Y después hubo luz y era un mundo nuevo. Y sólo los hijos de la oración y la fe sobrevivieron. Hablo del Nuevo Reino del Señor.

Pero lo que ustedes tendrán que soportar será fuerte. Lo que tendrán que vivir será duro y temeroso. Lo que tendrán que pasar traerá la muerte a muchos. Lo que tendrán que sufrir no será fácil.

¡Crean en Jesucristo y no estarán solos!

¡Crean en Jesucristo y no caerán como alimañas en el infierno del diablo!

Crean en el Señor, confíen y estén completamente con Él, y superarán este tiempo.

El Nuevo Reino será alcanzado por aquellos hijos que estén totalmente entregados al Señor Jesucristo. Amén.

Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén