1422. ¡Estos «comprados» están por todas partes! — 16.12.2023

Dios Padre: Mí hija. Malos tiempos aguardan su existencia terrenal, pero no temas, no teman. Mi bendición y Mi mano Paternal están sobre [protege] todos aquellos que son verdaderamente entregados a Mi Hijo Jesucristo y que no se dejan engañar por las apariencias del mundo.

Mi protección, amados hijos que son fieles y entregados a Jesús, está con ustedes en todo momento, así que no teman y no se rindan nunca, porque los engaños serán grandes y fácilmente podrán confundir al adversario de Mi Hijo con quien no es, pero aquel que permanece en oración y suplica al Espíritu Santo -diariamente amados hijos, y eso lo que son- no tiene nada que temer, porque sabrá discernir y no sucumbirá a los engaños diabólicos.

Mis hijos. Es muy importante que todos permanezcan vigilantes porque el diablo envuelve sus mentiras y cambios en la Santa Iglesia de Mi Hijo muy bien (hábilmente) y ¡difícilmente reconocible para muchos! El habla con una lengua bífida, tal cual como su Falso Profeta que se sienta en el trono ¡QUE NO ES SUYO! ¡Así que estén vigilantes en todo momento y no caigan en las dulces palabras de aquellos que están al servicio del diablo!

Tantos hijos se han dejado comprar por el anticristo, el hijo del diablo, y no saben cómo salir de este círculo vicioso. Con el fin de salvar la cara y el reconocimiento ahora están jugando su juego malvado, pero no son felices. Sepan amados hijos, y es eso lo que son, que estos «comprados» están por todas partes. Son miembros de su sociedad y ahora están siendo utilizados para engañarlos a ustedes, que son fieles a Jesús, al igual que todos los hijos que no se adaptan al anticristo y su élite.

Jesús: Permanezcan vigilantes, amados hijos Míos, porque pronto habrá llegado la hora de la miseria, y ¡bienaventurado aquel que se ha anclado completamente en Mí, en su Jesús, Salvador, Quien Soy Yo!

Dios Padre: Mí hija. Diles a los hijos que deben permanecer vigilantes. Yo, su Padre en el Cielo, estoy muy preocupado por ellos. Demasiados se han vuelto tibios y se precipitan tras las «modas del tiempo».

Estén advertidos, amados hijos, ¡porque esto les costará su eternidad! Deben encontrar el camino a Jesús y a Mí -a través de Él- de lo contrario el diablo tendrá un juego fácil con ustedes.

Su anticristo ya ha puesto todo en marcha para atormentar y eliminar a tantos hijos como sea posible.

Ya es una época vergonzosa, ¡pero lo será aún más! Las abominaciones serán visibles para TODOS, ¡pero para entonces será demasiado tarde! 

¡Tantos de sus políticos se han liado con el maligno y DEBEN OBEDECER! Es cruel ver hasta qué punto la gente se ha enredado y ya no sabe cómo salir de las garras del diablo.

¡Sólo su conversión puede salvarlos de caer en el infierno! ¡Pero el reconocimiento y «la buena vida» (como la llaman ustedes) se acabarán en cuanto salen o intentan salir de las garras del maligno!

Sin embargo, es su única oportunidad de no perderse al diablo por toda la eternidad, así que ¡aprovéchenla!

¡Solo tienen la oportunidad de la conversión! ¡NO hay otra!

Así que escuchen Mi Palabra que Yo, su Padre en el Cielo, les comunico hoy a través de María de la Preparación Divina de los Corazones en un Lugar Santo, porque es Santo.

¡El que no escucha caerá muy profundamente! Perderá para siempre su eternidad en la gloria, ¡y no habrá vuelta atrás para él!

Así que conviértanse, ¡pues la hora de la decisión pronto llegará a su fin! Entonces, cuando están cayendo, recordarán Mis palabras, ¡pero será demasiado tarde! Su alma ya estará expuesta al peor dolor del alma y al miedo y al pánico y a las penurias durante la caída, pero Yo, su Padre, no podré entonces hacer nada más por ustedes, porque no escucharon, no se convirtieron y no quisieron saber nada de Mí y de Mi Hijo. Así que siguen el camino que han elegido, porque lo han hecho por su propia voluntad.

Mis hijos. Sepan que Mi amor paternal es infinito. El tiempo de la misericordia es ahora. Así que aprovéchenla. En cuanto dé paso a la justicia, bienaventurado al que haya elegido a Mi Hijo. Amén.

Su Padre en el Cielo con Jesús, la Santísima Madre de Dios María, los Santos Ángeles y los Santos presentes. Amén.