542. ¡No ven el trasfondo del juego maligno del diablo! — 02.05.2014

Mi hija. Mi querida hija. Esté completamente con Nosotros, con Jesús, con el Padre y conmigo, tu Madre en el Cielo que tanto te ama, y escucha y escribe lo que Nosotros queremos decir a los hijos de la tierra, a los que tanto amamos porque cada hijo es hijo de Dios y fue creado por Nuestro Padre, Dios Todopoderoso, con el más grande amor:

Mis hijos. El tiempo es corto. Los acontecimientos de su mundo están viniendo uno tras otro muy rápidamente, pero muchos de ustedes no lo ven -no quieren verlo- y/o no reconocen las conexiones. No ven el trasfondo del juego maligno del diablo y esto puede ser peligroso para ellos.

Mis hijos. ¡Obedecer a Nuestra Palabra es por lo tanto tan importante, porque sirve para salvarlos a todos! Todo hijo que se convierta, que siga sinceramente a Mi Hijo, que LE dé su SÍ, su SÍ a TODO, no se perderá.

Sus oraciones ayudan. Están llenas de fuerza y son muy poderosas. ¡Úsenlas! ¡Utilícenlas! Y únanse a los santos en oración y pidan ayuda a los Santos Ángeles del Padre, porque ellos estarán a su lado, los defenderán en la lucha contra el mal y los protegerán de los ataques del lado oscuro.

Mis hijos. Ustedes están viviendo en el final de los tiempos y mucho de esto ya les ha sido profetizado y ha sucedido. El resto también sucederá, tal y como Dios Padre se lo ha profetizado a través de Sus profetas elegidos, pero, Mis tan amados hijos, ustedes pueden prevenir muchas calamidades y, sobre todo, pueden protegerse y salvarse a ustedes mismos, sus almas -así como a las de sus hermanos- de las calamidades si se conviertan, si vuelvan a Jesús y oren por todos los hijos del Señor y ¡sigan Nuestras peticiones de oración!

Mis hijos. ¡Todavía no es demasiado tarde! Nadie tiene por qué “perecer” en el mundo del dominio de Satanás, pues Dios Todopoderoso los preservará y les concederá protección, ¡y las abominaciones del fin de los tiempos no podrán dañarlos si están completamente con Jesús!

Los amo y continúo orando por todos los hijos de la tierra para que cada hijo pueda encontrar a Mi Hijo.

Con profundo amor y afecto,

Su Madre en el Cielo, que tanto los ama. Amén.

541. ¡Desgraciadamente ustedes no son conscientes de este peligro! — 01.05.2014

Mi hija. Mi querida hija. Aquí estás. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, quisiera decirte hoy lo siguiente a ti y a Nuestros hijos:

El tiempo pasa. Más rápido de lo que piensan. ¡Por eso deben apresurarse y volver a Mi Hijo a tiempo!

Cuando el tiempo haya pasado, será demasiado tarde para muchos de Nuestros hijos y el demonio tendrá una “fiesta de alegría” porque toda alma que no haya vuelto a Jesús le pertenecerá a él, es decir, se perderá al malvado de los malvados y él la hará arrojar a las profundidades de su infierno, y con regocijo la hará torturar presenciando este espectáculo tan cruel.

Estén advertidos, Mis hijos tan amados por Mí, por Nosotros, por el Padre y por Jesús y por todo el Cielo, ¡porque el tormento y el sufrimiento y el suplicio que sentirán allí no es nada comparados con cualquier crueldad que conocen de este mundo! El mismo diablo los torturará y esto, Mis amados hijos, será de lo más terrible para ustedes.

Mis hijos. Si pudieran ver cómo son los tormentos del infierno, lo que hacen a las almas allí, estarían rezando, rezando, rezando y sólo harían el bien, pero desgraciadamente ustedes no son conscientes de este peligro, ustedes los que no creen, ¡e incluso muchos hijos creyentes no creen que exista este lugar tan atormentador!

Vengan a Jesús, Mis amados hijos, y no se expongan a este tormento. ¡Sean buenos hijos del Señor! ¡Vivan según Sus mandamientos y obedézcanlos! Aférrense firmemente a las enseñanzas de Jesús y absténganse del pecado y del vicio, pues todo vicio es pecaminoso y los separa de su Padre, Dios el Altísimo.

¡Aprovechen el tiempo que les queda y conviértanse! Purifíquense, hagan penitencia y arrepiéntanse para que sean puros para Mi Hijo, que los llevará todos a Su Nuevo Reino si vuelvan a EL con un corazón sincero.

Vengan, Mis hijos, y no esperen más, porque el tiempo que les queda pasa rápidamente.

Yo, su Madre en el Cielo que tanto los ama, pido ahora a todos los hijos de Dios que tomen en serio estos mensajes Nuestros, porque esta misión pronto llegará a su fin y quien no les haya hecho caso, que no haya escuchado Nuestra Palabra, no conocerá el Nuevo Tiempo de Paz, el Nuevo Reino de Mi Hijo.

Así que estén advertidos y aprovechen el tiempo que aún les queda. Se lo pido desde lo más profundo de Mi Corazón Maternal que tanto los ama. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Divulga esto, Mi hija. Amén.

“Mi Madre dice la palabra verdadera. No les queda mucho tiempo. Así que vengan a Mí, Mis tan amados hijos, y denme su SÍ. Yo, su Jesús, los espero porque los amo. A cada uno de ustedes. Amén.

Su Jesús.”

540. ¡Cada oración el Padre transforma en gracia! — 30.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Aquí estás. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, estoy aquí contigo. Di esto a Nuestros hijos hoy:

Su oración está siendo escuchada. Dios, el Padre de todos Nosotros, escucha cada oración, corta o larga, rezada de manera suplicante o alegre. Sean conscientes de este poder que tiene su oración, Mis amados hijos, y ¡úsenla para el bien en su mundo, para la paz en ustedes mismos, en sus familias, en sus países y en el mundo entero!

Oren por la paz en los corazones de todos los hijos de Dios, ¡porque el Padre escucha sus oraciones! Sólo ÉL conoce el momento oportuno, porque sólo ÉL es omnipotente, y es esta omnipotencia Suya la que “transforma” sus oraciones en el arma más poderosa contra el mal y les da el poder de evitar las maldades más grandes.

Mis hijos. Sean conscientes del poder de su oración. Utilícenla en la lucha contra el mal y oren en las intenciones de Mi Hijo Jesús. Es su oración la que lleva a tantas almas a Mi Hijo, y es la oración de todos ustedes la que ayudará a muchas más almas aún a convertirse.

¡Cada oración que recen con amor y con un corazón sincero, el Padre la transforma en gracia! Así que usen la oración para el bien y ayuden a sus hermanos y hermanas en el Señor a alejarse del maligno y a encontrar el camino hacia Dios, el Padre de ellos y de ustedes, y a tender la mano a Jesús.

Les doy las gracias, Mi querido rebaño de hijos. ¡Su oración es poderosa! Úsenla donde más se necesite. Amén.

Su Madre del Cielo que tanto los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Divulga esto, Mi hija. (Jesús.)

539. ¡Son ustedes los que dan alegría a Nuestros corazones! — 29.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Gracias. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, estoy aquí contigo (Jesús y Dios Padre están con Ella sonriendo alegre y amorosamente). Hoy queremos decir lo siguiente a los hijos de la tierra:

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. Ustedes, ¡fieles seguidores de Jesús! ¡Son ustedes los que dan alegría a Nuestros corazones y obtienen las gracias en abundancia para todos los hijos de la tierra!

Su oración, Mis tan amados hijos, es extremadamente importante. Es como una llave que les abre las puertas a los tesoros del Señor. Al mismo tiempo, ¡es su arma contra el mal, que disuade e incluso previene muchos males y atrocidades! ¡Es además su protección y la fuente, la fuerza motriz que ayuda a los demás a convertirse!

Mis hijos. Mis hijos fieles, tan amados por Mí, por Jesús y por el Padre. ¡Continúen rezando en Nuestras intenciones! Recen las oraciones que les hemos dado en estos y otros mensajes y continúen siguiendo Nuestra llamada porque: (¡)USTEDES ESTÁN LOGRANDO COSAS GRANDES (!) a través de su oración, su entrega, su amor y su sacrificio!

Desde el fondo de Nuestros corazones, les damos las gracias, porque están obteniendo gracias para todos los hijos de la tierra y los tesoros del Padre se están extendiendo por todo el mundo.

Crean y confíen. Nuestra palabra es sagrada.

Con profundo amor y gran agradecimiento,

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios con Dios Padre, Creador de todo ser, y Jesús, Salvador del mundo. Amén.

“El Señor ha hablado junto con María y Jesús. Crean y confíen, porque la fuerza de su oración tiene un poder inimaginable (para ustedes). Utilícenla y sigan (así) aprovechando los tesoros que el Padre tiene reservados para ustedes. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén.

Su Ángel del Señor.”

Divulga esto, Mi hija.

(Dios Padre)

538. ¡Mi alegría es grande! — 28.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate Conmigo, hija Mía, y escucha lo que Yo, el Padre Todopoderoso, tengo que decir hoy a Mis hijos de la tierra:

Desde lo más profundo de Mi Corazón Paternal que tanto los ama les doy hoy las gracias a todos ustedes que, en el más íntimo, profundo y sincero amor han celebrado la Fiesta de la Divina Misericordia en honor de Mi Hijo, su Jesús.

Mi alegría es grande. Son ustedes los que mantienen viva la fe en Nosotros, los que confían en Mí, en Mi Hijo, los que viven y transmiten las enseñanzas de Mi Hijo. Con su oración ustedes «salvan» al mundo, porque el pecado que ha afligido a la tierra y a los hijos de los hombres es grande e imperdonable, si no fuera por ustedes, Mis fieles hijos – con su oración, su fe, su confianza «sostienen» este mundo, tal que innumerables almas más puedan aún convertirse- y la misericordia de Mi Hijo -la que EL ha obtenido para TODOS ustedes a través de Su muerte en la cruz- el perdón de los pecados a través de ÉL, ¡que es su Salvador y quiere salvar a TODOS los hijos de la tierra!

Mis hijos. Gracias. Ustedes deleitan a Mi Corazón Paternal que tanto los ama, y Mis gracias fluyen en gran abundancia sobre ustedes, sobre su tierra y en los corazones de todos Mis hijos gracias a ustedes y al amor tan grande de Mi Hijo por TODOS los hijos de la tierra.

Cada hijo de la tierra va a sentir Mi amor. Esto les dará otra oportunidad para la conversión, porque las gracias que derramo en los corazones de Mis hijos encenderán la llama del amor en ellos, un amor que muchos de ellos no conocían antes. Por eso, Mis hijos fieles, ¡sigan rezando para que estas almas, (todavía) tan perdidas, puedan volver a Mí, su Creador!

Su oración y el seguimiento de Mi llamada -en estos y otros mensajes- lo ha conseguido.

¡Su oración puede ayudar a millones de hijos más a convertirse! Los amo y los guardo en Mi amor.

Su Padre en el Cielo quien tanto los ama. Amén.

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Sigan rezando por las pobres almas del purgatorio y ayuden a través de su oración a las almas (todavía) perdidas a encontrar a Jesús y a Dios Padre. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén.

Su Ángel del Señor.»

«Mi Padre es Todopoderoso y en Su omnipotencia EL les concede este precioso don que conducirá muchas más almas hacia Mí. Oren, Mis hijos, porque su oración es poderosa. Su Jesús quien los ama. Amén.»

Divulga esta, Mi hija.

537. Domingo de la Divina Misericordia — 27.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Aquí estás. Yo, tu Santo Jesús, estoy aquí contigo y Me alegro, porque: muchos de Mis hijos fieles Me han honrado hoy en la fiesta de Mi Misericordia. Han celebrado la fiesta con amor y alegría y con la mayor intimidad y sinceridad de corazón.

Mis hijos. Las gracias que Mi Padre derramará sobre ustedes, sobre los por los que ustedes han rezado y rogado, sobre su tierra y los que derramará en los corazones de todos los hijos de la tierra -en acción de gracias por su fidelidad, su valor, su perseverancia, su oración y su amor por Mí, por su Jesús- son grandes, más grandes de lo que pueden imaginar, porque la alegría en Su corazón paternal es íntima y profunda, y en agradecimiento recibirán ahora estas gracias para ustedes y sus seres queridos y sus hermanos y hermanas en el Señor [en la fe] en abundancia que han obtenido a través de su oración, a través de su obediencia -siguiendo Nuestras peticiones- y a través de seguir Nuestra llamada -la celebración de esta fiesta tan preciosa en la intimidad y con amor-.

Mis hijos. Alégrense, porque a través de estas gracias se evitará mucho sufrimiento y millones de almas se convertirán y me encontrarán a Mí, su Jesús y el Jesús de ustedes.

Mis hijos. Les doy las gracias, también en nombre de Mi Padre, Dios Altísimo.

Con profundo amor,

Su Jesús, que tanto los ama a todos ustedes. Amén.

536. «¡Recen por las almas del purgatorio!» — 26.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Yo, su Santa Madre en el Cielo, estoy aquí para decirte a ti y a Mis hijos lo siguiente:

Su purificación es esencial, Mis amados hijos, de lo contrario cómo se presentarán ante Mi Hijo si no son puros y libres de pecado -lo que consiguen a través del sacramento de la confesión, mediante el arrepentimiento y la penitencia- y llenos de amor en su corazón por Mi Santo Hijo, que es el amor purísimo en Sí mismo, y que ustedes sólo serán capaces de soportar si son puros y su corazón está lleno de amor por ÉL, su Salvador.

Mis hijos.

¡Su purificación es tan importante! Es lo más importante para un «rápido» regreso a casa del Padre, porque el alma que está manchada tendrá que responder por cada «mancha» y debe purificarla en las llamas del purgatorio.

Mis hijos. No se infliján este tormento a sí mismos, porque son llamas ardientes que los purifican, ¡que ustedes pueden EVITAR mediante su purificación durante su vida! ¡Confiésense, hagan penitencia, arrepiéntanse! Utilicen los dones del Cielo para amnistiar los castigos de los pecados, para ustedes y para las pobres almas del purgatorio.

Guarden la última indulgencia para ustedes y regalen todas las demás a esas pobres almas que tarde o temprano encontraron a Jesús, pero que nunca han lavado sus pecados – por las razones que sea. No se confesaron, no consideraron pecados los pecados que habían cometido; hay muchas razones. Sin embargo, el Padre las encontró «dignas» de que un día se les permitiera presentarse ante Su rostro -después de una profunda purificación- porque -por último- antes de su «fallecimiento» reconocieron y consintieron y dieron a Jesús su SÍ, y ahora que se arrepentieron a tiempo -es decir, mientras aún vivían- pero no les quedó tiempo para su purificación en vida, el Padre las envió al purgatorio para obtener allí lo que no lograron hacer en vida.

Mis hijos. El purgatorio es un lugar de purificación para las almas que murieron en gracia de Dios, pero sin purificarse. No es en absoluto deseable, porque las llamas de Dios «queman» allí y el alma está sumergida en estas llamas. Por eso, ¡purifíquense durante su vida y recen y supliquen por las pobres almas del purgatorio! Ya les hemos dado una oración por estas pobres almas. Récenla, ¡pues alivia muchos sufrimientos y tormentos!

Mis hijos.

¡Aléjense del pecado! Confiesen también sus pecados INCONSCIENTES, pues así pueden ser perdonados, y obtengan indulgencias para el castigo del pecado, ¡para que así se librarán del purgatorio!

Los amo, Mi tan amado rebaño de hijos, y visito regularmente a las almas del purgatorio, ¡que tanto esperan sus oraciones! ¡Cada alma por la que ustedes rezan, reza también por ustedes! Ella no puede hacer nada por sí misma allí, en este lugar de las llamas purificadoras de Dios, ¡pero sí puede por los hijos de la tierra que son ustedes!

Recen, Mis hijos, recen. Yo les llevo cada oración y así les traigo alivio.

Mis hijos.

Por cada indulgencia que regalan, se me permite redimir un alma del purgatorio, con tal de que la den (la indulgencia) a donde más se necesita, o por el libre uso a Mí, a su Madre en el Cielo que tanto los ama.

Mis hijos. En nombre de las almas del purgatorio, les doy las gracias por su oración, que tanto las consuela y les da alivio. Sigan rezando, Mis tan amados hijos. Su recompensa será grande.

Los amo y estoy siempre a su lado.

Su Madre en el Cielo que tanto los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Jesús: «Mi madre habla la palabra verdadera. Le fue dada por el Padre. Amén.»

Madre de Dios: «Recen por las almas del purgatorio. Amén.»

535. ¡Este es Mi gran regalo a los hijos de la tierra en estos días antes del fin! — 25.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo y escribe. Escucha lo que Yo, tu Padre que tanto te ama, quiero decir hoy a Mis hijos de la tierra:

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. Deben empezar a creer en Mi Hijo, Jesucristo. ¡Deben aprender a confiar en ÉL en todos los asuntos de su vida! No les queda mucho tiempo porque Mi adversario está realizando sus planes a una velocidad vertiginosa y ¡sólo Mi Hijo, su Jesús, puede salvarlos de los males del diablo!

Mis hijos. ¡Honren a Mi Hijo, vengan a ÉL y déjense caer completamente en ÉL! ¡Entréguense a ÉL! ¡Conságrense a ÉL! Cuanto más cerca estén de ÉL, menos podrá hacer el diablo contra ustedes: ustedes entonces «pertenecen» a Jesús, ¡y el diablo debe ceder!

Mis hijos. Mis hijos, tan amados por Mí. El tiempo apremia y solo Mi Hijo «conoce» el camino hacia Mí. No podrán recorrerlo (el camino hacia Mí) solos, así que denle a ÉL, su Salvador, su SÍ y acepten Mis gracias celestiales que concedo especialmente a los hijos de entre ustedes que vienen a Mi Hijo con un corazón honesto.

Pero también concedo Mis gracias a los hijos que se han extraviado, porque Yo, su Padre Todopoderoso, escucho sus oraciones y ahora también toco a los pecadores más descarriados de entre ustedes ¡para que no digan al final de los días que no Me conocieron, que no supieron de Mí! Así que ellos también tienen la oportunidad de volver a Mi Hijo y de convertirse, y con brazos amorosos recibiré a cada hijo que sinceramente se vuelva a Mí, a Mi Hijo, se arrepienta de sus pecados y se entregue completamente a Mí.

Este es Mi gran regalo a los hijos de la tierra en estos días antes del fin para que ninguno tanga que perecer, porque YO SOY un Padre amoroso, Mi amor es misericordioso y por eso perdono al mayor pecador si se convierte, se vuelve a Jesús y a Mí y se arrepiente sinceramente de su pecado.

Mis hijos. Lleven esta «buena nueva» a todos los hijos de la tierra, porque el fin está cerca y sólo queda poco tiempo: Abrazaré al pecador más empedernido en Mis Santos Brazos cuando venga a Mí arrepentido. ¡Mis gracias fluyen ahora sobre toda la tierra y tocan todos los corazones! Así que nadie diga que no sabía de Mí, porque el amor con el que ahora toco los corazones de todos los hijos no es de este mundo.

¡Los amo y anhelo su conversión! Quien se convierta y corra hacia Mi Hijo, Yo también lo sostendré en Mis brazos, porque Jesús lo traerá a Mí y la alegría en Mi Corazón Paternal que tanto los ama será grande. Amén.

Su Padre en el Cielo.

Dios Todopoderoso. Creador de todos los hijos de Dios. Amén.

«El Señor ha hablado, así que acepten Su regalo. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén.

Su Ángel del Señor.»

«Mi Padre los ama. ¡Este regalo es su salvación de la perdición! Acéptenlo y vengan a Mí. No rechazaré a nadie que venga a Mí. Pero el que también rechace este don precioso perecerá ciertamente, porque el diablo no lo soltará, y ningún grito, ninguna súplica, nada podrá entonces salvarlo. ¡Sólo su conversión los salvará!

Su Jesús, que los espera con anhelo y amor. Amén.»

Divulga esto, Mi hija. (Dios Padre y Jesús.)

534. ¡Es la humildad la que les abrirá la puerta del Reino del Cielo! — 24.04.2014

Mi hija. Di hoy a Nuestros hijos que Nosotros los amamos.

Es por Nuestro amor que les damos estos mensajes. Acéptenlos con un corazón humilde y regocíjense, porque ustedes son tan importantes para Dios, Nuestro Padre, que ÉL Nos ha confiado a Nosotros, Sus Ayudantes Celestiales, esta misión para permitirles alcanzar la Vida Eterna a Su lado y salvaguardarlos de la angustia y el tormento.

Mis hijos. Mis tan amados hijos. ¡Conviértanse y den su SÍ a Jesús! ¡De esta manera la profecía también se cumplirá para ustedes y su alma no perecerá! Vengan a Jesús, su Salvador que tanto los ama, y entren con ÉL en la gloria del Padre, ¡que les dará la mayor paz, alegría, felicidad y amor!

Se sentirán plenos y ningún mal los sobrevendrá (nuca más), porque (entonces) vivirán como verdaderos hijos de Dios a Su lado, y donde el Padre está en casa y reina no hay mal, sino que hay un amor indescriptible y para ustedes (todavía) incomprensible con el que serán dotados y colmados.

Mi hija.

Diles a Nuestros hijos que lleven la humildad en sus corazones, porque son las almas humildes las que Mi Hijo ama tanto, y es la humildad la que les abrirá la puerta del Reino del Cielo.

Mis hijos. ¡Tengan un corazón puro y humilde! Estén completamente con Mi Hijo y dejen que EL cuide de ustedes. El mundo en el que viven es duro, corrupto y impuro, pero pronto pasará. Entonces habrá amor y pureza y paz y sus corazones serán grandes y plenos y -como su alma- ¡se regocijarán con alegría y plenitud!

Honrarán a Dios, su Padre y Creador, LE alabarán y glorificarán y LE darán las gracias. Serán tan felices que no puede imaginárselo ahora.

Así que vengan a los Santos Brazos de Mi Hijo, su Jesús, y comiencen a andar el camino hacia la gloria del Padre. Amén.

Los amo.

Con profunda e íntimo afecto.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Divulga esto, Mi hija.
(Jesús sonríe amorosamente.)

533. ¡Por eso es tan importante que vuelvan a Mi Hijo! — 23.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Gracias. (La Virgen sonríe amorosamente.) Por favor, dile a Nuestros hijos lo siguiente:

El amor del Padre es infinitamente grande y Su anhelo por ustedes está lleno de amor y preocupación, pues Su adversario está al acecho para apartarlos del camino hacia el Padre y llevarlos por los caminos de la perdición.

Mis hijos. ¡Por eso es tan importante que vuelvan a Mi Hijo! ¡Jesús los guiará y los llevará siempre por el buen camino! ÉL -si LE dan a ÉL su SÍ- está con ustedes, ahí para ustedes y ¡LOS SALVARÁ DE LA CONFUSIÓN Y DE LA CAIDA! Pero deben entregarse completamente a ÉL, vivir con ÉL, dejar que ÉL viva a través de ustedes, ¡para que escapen de las trampas tendidas por el diablo y no se conviertan en sus esclavos!

Mis hijos. Vuelvan a Mi Hijo, su Jesús, ¡y su alma se salvará! ¡Ustedes no perecerán y experimentarán la gloria del Padre!

Vengan a ÉL, a Jesús, su Salvador, ¡y déjense caer completamente en Sus brazos y cuidado!

¡Jesús cuida de ustedes! ¡ÉL los ama! ¡ÉL los guía y ÉL los lleva al Padre! Amén.

Con profundo amor y afecto,

Su Madre en el Cielo quien los ama. Amén.

«Quien venga a Mí vivirá como un verdadero hijo del Señor, y su corazón y su alma se regocijarán de alegría.

Así que vengan a Mí, Mis amados hijos, y conviértanse en uno conmigo.

YO SOY el camino, la luz, su Salvador y llevaré al Padre a todo aquel que Me dé su SÍ.

¿Qué están esperando, Mis amados hijos?

¡Los amo desde lo más profundo de Mi Corazón Redentor y los estoy esperando! Su Jesús, que tanto los ama. Amén.»

Mi hija. Divulga esto. Amén.