12. Cada alma tiene el deseo de vivir en alegría — 03.01.2013

La Madre de Dios me está esperando.

Hija Mía, ten la seguridad de que siempre estoy contigo. Hoy solo quiero estar contigo. Tú, hija Mía, eres elegida de hablar por Nosotros. Lo que te decimos tiene un gran valor para la salvación de almas. Si la gente no se convierte a Mi Hijo, Jesucristo, no serán salvados. Sus oraciones, Mis queridos hijos, ayudan a que otras almas, que no están tan avanzadas como la suya, logren encontrar a Jesús.

Cada alma tiene el deseo de vivir en alegría. Así es como fue determinado de Dios Padre, el Altísimo. Solo un alma corrompida por Satanás encuentra la felicidad en el sufrimiento de los demás. Eso no viene de Dios, Nuestro Padre. Como ya te hemos dicho, en un mensaje anterior, un alma que todavía tiene una chispa de luz en ella, es decir que no se ha «consagrado» a la bestia, puede ser salvada a través de su oración. Así que oren, hijos Míos. Su oración es muy importante y es escuchada y «procesada» en el cielo. ¡Sin la oración, millones de almas se pierden!

Comparte Nuestra palabra con la gente.

Mi querida hija, me voy ahora. No tengas miedo. Tantos ángeles están siempre contigo y todos los santos que invitas a tu hogar. Haces eso porque estás abierta para ellos – crees en ellos – y ellos así realmente están contigo. Es bueno poder contar con una hija como tú. Gracias, hija Mía, por vivir tu SÍ. Nosotros te amamos.

Tu Madre en el Cielo.