37. ¡Líbrense del manto del engaño de la materia! — 20.02.2013

Mi hija. Siéntate a mi lado. Soy yo, tu Madre en el Cielo.

Mi hijo sufrió mucho en la cruz. Lo hizo por amor a ustedes, hijos Míos. Él los ama a cada uno de ustedes mucho. Su mayor deseo es que todos Sus hijos amados lo encuentren. Por ello Él los da la entrada al paraíso. Él los ama con todo su Ser Divino y ruego en el Trono de su Padre, Dios el Altísimo, día y noche para ustedes, Mis amados hijos. Él sabe lo dolorosa que puede ser la vida. No solo físicamente dolorosa, sino especialmente emocional. Él lo ha experimentado, sufrido en su corta vida aquí con ustedes en la tierra, y Él quiere que ustedes estén bien. Es por ello, que Él pide perdón a Dios por ustedes porque quiere que reciban misericordia y no castigo.

Conviértanse a Él, Mis amados hijos. Manténganse alejado del pecado y regálenle a Él, Jesucristo, su Redentor, su SÍ para que lleguen a ser felices, liberados del manto del engaño de la materia con el que el demonio los envuelve como una araña que busca picarlos con su aguijón venenoso. Ese es el propósito del diablo: Envolverlos, adularles, atraparlos y cegarlos de la verdad hasta que estén completamente contaminados y se decidan voluntariamente por él y el camino del mal. El aguijón venenoso que les entierra en su alma ni lo perciben por tantos momentos de felicidad superficiales.

¿No ven lo malo que es querer tener más y más? ¿A dónde quieren llevarse todo esto? Al final de sus días, marcharán solo de este mundo. Todo lo material no tiene ni siquiera el más mínimo valor. Solo los tesoros espirituales los pueden llevar, un corazón puro los lleva a la eternidad y a Dios Padre. Este, su último viaje, no pueden pagar con dinero y oro. Despiértense, Mis hijos amados. Confiésense a Jesús, porque solo a través de Él alcanzan la vida eterna. Solo con Él pueden entrar en el Reino de los Cielos. Él es su boleto para el viaje al paraíso.

Mis amados hijos. Conviértanse. Crean en Mi hijo y vivan de acuerdo con los mandamientos de Dios. Para quienes esto es difícil, le ayudamos a través de la oración de hacerlo, ¡porque los amamos a todos! ¡Cada uno de ustedes! Permanezcan fieles a Jesús, denle su SÍ una y otra vez, y su vida llegará a ser mucho más hermosa. Que se haga la voluntad de Dios, no la voluntad de cada uno de ustedes. Eso solo puede terminar en caos. Solo Dios sabe lo que necesitan para que les vaya bien a todos ustedes. Déjenlo actuar. Ábranse a Él y serán recompensados abundantemente.

Mis hijos. Mis queridos hijos. Oren, oren, oren. Los amamos mucho.

Su Madre en el Cielo

Oración No 10: – Oración por el reconocimiento del bien y la verdad.

Mi señor y padre. Ayúdame a alinear mi vida contigo. Muéstrame siempre cuál es Tu voluntad y permítame actuar en concordancia. Perdóname desde ahora ya todo lo que quizás haga mal y envíame Tu Espíritu Santo para que pueda reconocer lo bueno y lo verdadero. Gracias, querido padre. Amén

 

Oración No 11: – Oración de protección.

Señor, porque estoy indefenso en este mundo, envíame a Tus Santos Ayudantes para que me guíen y protejan en mi camino hacia Ti. No permitas que caiga en tentaciones, sino ayúdame a mantenerme fuerte. Envíame Tus Santos Ángeles para que me protejan de la injusticia y la desgracia. Jesús, siempre quédate conmigo para que yo pueda encontrarte, mi amado Redentor. María, madre de todos los hijos de Dios, aplasta a la serpiente antes de que ella pueda venir a mí. Yo los amo, Amén.

 

Ambas oraciones son muy importantes y lleno de poder para encontrar el camino correcto y permanecer en él. Oren la oración de protección, especialmente aquellos de ustedes que aún no tienen mucha experiencia con nosotros. Es una oración poderosa que causa milagros silenciosos.

Siempre crean en Nosotros, Mis amados hijos.

Su Madre en el Cielo