50. Tanta confusión estará entre ustedes — 08.03.2013

Mi querida hija. Yo, tu Jesús, estoy aquí para enseñarte. Primero, quiero agradecerles a todos por difundir Nuestra Palabra tan maravillosamente. Es muy importante que alcancemos tantas almas como sea posible. Esto permitirá que aún muchas almas incrédulas me encuentren a Mi, su Jesús.

Mi hija. Mi querida hija. Ha llegado el momento de que se hayan hecho todos los preparativos en el Cielo para Mi segunda venida, Mi regreso a la tierra. Ustedes tienen que prepararse, porque cuando llegue, muchas almas se sentirán tan abrumadas que tendrán miedo. Mucho miedo. Otros se convertirán inmediatamente a Mí. Ustedes, Mis seguidores, tienen una gran tarea porque ustedes, Mis amados hijos, serán guías para estas almas. Tanta confusión estará entre ustedes. Por eso los necesitaré allí para ayudar a Mis otros hijos. Tendrán plena responsabilidad por estas almas, y el Cielo les asistirá y les ayudará. Ahora ven lo importante que es que tantas almas como sea posible se conviertan a Mí ahora ya, durante el tiempo de preparación.

Mi hija. Diles a todos Nuestros hijos cuánto los amamos y con cuánta alegría esperamos todos y cada uno de ellos. Cuánto sufrimiento y dolor se salvan aquellos que ahora se están convirtiendo a Mí, en este tiempo antes de Mi segunda venida. Todos ustedes son hijos de Dios y la puerta de Mi Nuevo Reino está abierta para todos ustedes, pero aquellos que no se convierten a Mi no podrán venir.

Mis hijos. Los amamos tanto. Es solo por esto que enviamos Nuestra Palabra al mundo a través de hijos elegidos que Nos han dado su SÍ por esa tarea. Queremos alcanzarlos y tocarlos a todos y oramos por que comiencen la conversión a Nosotros, a Mí, su Jesús, a tiempo.

Hijos míos, Yo, su Jesús, amo a cada alma. Cómo me gustaría tomar a cada uno de ustedes en Mis santos brazos y darles seguridad, para asegurar que estén felices y llenos de alegría y regalarles una vida de amor y paz. Todo esto y mucho más les tengo preparado en Mi Reino, y todos los que me aman podrán entrar allí Conmigo.

Devuélvanse, Mis amados hijos, y conviértanse a Mí, su Jesús. Siempre estoy a su disposición. Siempre estaré con ustedes, y lucharé por cada uno de ustedes hasta el final de estos días. Decídanse, Mis amados hijos, por Mí y el Nuevo Mundo.

Los amo.

Su Jesús.