78. -1er Mensaje de Viernes Santo — 29.03.2013

Mi mensaje alegre

Mi hija. Mi querida hija. Hoy es un día de alegría, porque muchos de Nuestros amados hijos conmemoran a Mi Hijo que murió por ustedes para redimir los pecados de todos los hijos de Dios. Me alegro, porque hay muchos más que han encontrado a Él desde el comienzo de esta maravillosa misión que Nuestros hijos videntes han adoptado para Nosotros en todo el mundo.

¡Es maravilloso ver cuántos de Nuestros hijos ya se han convertido y la alegría en el cielo es grande! Para Mí, como la Madre de todos los hijos de Dios, este día tan triste y doloroso que es la ejecución brutal de Mi Hijo tan amado, por lo tanto, también es un día de alegría justo por las muchas conversiones de Nuestros hijos en todo el mundo.

Es por eso, Mi amada hija, que me ves irradiando de alegría, porque cada hijo que encuentre a Nosotros Nos lleva alegría y felicidad.

Mi hija. No Me malinterpreten. Esta Pascua es muy especial. Nunca antes ha sido tan grande el número de seguidores de Mi amado Hijo como hoy. Mi corazón de Madre se llena por esto, porque al igual que ustedes siendo ser humano, sentí Yo el significado de esta misión hace más de 2000 años, cuando Mi Hijo amado se fue agonizantemente de Mi lado. Este dolor es difícil de describir, porque Mi amor por Él era tan profundo, tan íntimo y tan puro y nunca lo habría querido dejar ir si no hubiera sido por el deseo expreso de Dios, por el plan de Dios para la salvación de todos Sus amados hijos. Cuando Mi Hijo Me fue arrebatado, a Mí también Me habría gustado morir. Me rompió el corazón lo que sucedió allí (con Él), y sin embargo tenía que ser así. El tormento, el dolor, el ridículo perforaron no solo el corazón de Mi Hijo, sino también el Mío, y así Nuestros corazones se unieron por siempre, por la eternidad.

Mis amados hijos, a pesar de todo ese tormento, del dolor y del sufrimiento que Mi Hijo ha aceptado por todos ustedes, hoy puedo regocijarme como Madre de todos los hijos de Dios por todas estas maravillosas conversiones en todo el mundo. Cada alma que encuentre a Mi Hijo Nos trae esa alegría y esa felicidad como lo he dicho antes. Amo a todos Mis hijos, y después de que Mi Hijo desde la Cruz Me hizo Madre de todos los hijos de Dios, a pesar del dolor y la tristeza Mi corazón se lleno del amor más puro por todos ustedes. Es por ello que para Mí, como Madre de Jesús y Madre de todos los hijos de Dios, es una alegría ver cómo ustedes se convierten gradualmente a Él, a Jesús. Así todos Mis hijos están unidos y Mi corazón de Madre está lleno de gozo.

Hijos Míos, sigan orando por todos sus hermanos y hermanas para que todos los hijos de Dios encuentren a Jesús. Mucho ha sucedido esta Semana Santa. ¡Si pudieran verlo, su alegría sería grande! Gracias, Mis queridos hijos.

Con amor eterno y afectuoso. Su Madre en el Cielo.

Gracias, Mi hija.