86. Unidos con Nosotros sobrevivirán estos tiempos malos — 03.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Prepárense, porque el Anticristo ahora revelará su verdadera cara. Escondido y oculto detrás de todo el mal que él orquesta, ahora él, gracias a «su» grupo de élite, entrará en el gran escenario del mundo y la gente lo amará.

Mis hijos. Manténganse fieles a Mi Hijo, Jesucristo, porque entonces no les puede pasar nada malo. No crean en los medios de comunicación que están manipulados por el grupo de los malvados. Estos solo informan sobre lo que ciertas personas – pertenecientes a la masonería y otros grupos creados por el maligno – desean que escuchen (vean), para manipular sus sentimientos y guiarlos al camino equivocado, a saber, a seguir al Anticristo, la raíz de todo mal.

Rueguen siempre por recibir el Espíritu Santo de Mi Hijo, que les fue dado por el Padre a través de ÉL [MI Hijo], rueguen por claridad, sabiduría y protección. La protección del Espíritu Santo les salvará de la herejía. Sabrán reconocer lo que viene de Dios Padre y de Mi Hijo, y lo que viene del barón de las mentiras en la forma del Anticristo y el grupo del maligno.

Hijos Míos, permanezcan en oración todo el tiempo, si es posible. Unas pocas palabras dirigidas a Mí o a Mi Hijo durante su día ya bastarán para estar constantemente en contacto con Nosotros, para que no crean en estas mentiras malvadas. Nunca caigan en la trampa del Anticristo, ¡porque esto sería la entrada directa al infierno!

Manténganse fieles a su Jesús, Mi Hijo, que tanto los ama y rueguen por la claridad del Espíritu Santo. Unidos con Nosotros sobrevivirán a estos tiempos malos, esto les prometemos a cada uno de ustedes quien Nos sea fiel.

Aguántense, Mis amados hijos, porque el tiempo se acerque más y más, y pronto ya vendrá Mi Hijo en la altura del cielo – con todas las señales – para redimirlos a ustedes, Mis queridos hijos, de las trampas del maligno y su regencia.

Entonces, nada será como ustedes lo conocen, porque Mi Hijo trae amor y paz a cada uno de ustedes y les regala en el día de la gran alegría, tan pronto como hayan entrado al Nuevo Mundo, la perfección de la mente, del cuerpo y del alma.

¡Vengan, Mis amados hijos, ¡vengan a Jesús! Quédense siempre con ÉL y sean fieles a ÉL. Entonces la profecía de la redención se podrá cumplir para ustedes, ¡y entonces también ustedes experimentarán el gran día de alegría con alegría!

¡Los amo mucho!

Su Madre en el Cielo.