87. Muchos de ustedes, pobres almas, no creen en el infierno. Este es un gran error — 05.04.2013

Mi hija. Ya viniste. Siéntate al lado Mío y escribe. Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre en el Cielo, estoy aquí para decirte que Mi Hijo, Jesucristo, aún salvará muchas almas más antes de que Él venga a ustedes por segunda vez. Él vendrá en la altura del cielo – con todas las señales – y llevará Consigo a todos Sus amados hijos, que Le son fieles a Su Nuevo Reino, Su Paraíso, que fue creado para todos los hijos de Dios, y donde todos ustedes comenzarán su herencia tan anhelada, siempre y cuando siguen a Mi Hijo, su Jesús.

¡Nadie que sea infiel a Dios Padre conocerá ese, oh tan hermoso paraíso! Tengan esto siempre en mente, Mis amados hijos. Oren mucho, especialmente en las intenciones de Mi Hijo, porque así aún millones de almas más pueden ser salvadas. El número de ustedes seguidores de Mi Hijo es grande, muy grande, de manera similar se les dije el Viernes Santo pasado, y Nuestros corazones están llenos de alegría por ello, sin embargo, Mis queridos hijos, sepan que aún no es el número [de hijos] que Mi Hijo desea llevar Consigo. Por lo tanto, Mis amados hijos, recen las oraciones que les hemos dado a través de Nuestros hijos videntes en todo el mundo. De este modo, el deseo de Mi Hijo se podrá cumplir y muchas más almas se salvarán antes del gran día de alegría cuando Mi Hijo vendrá desde la altura del cielo.

Hijos Míos, siempre crean que Mi Hijo los ama. Él los ama a todos y cada uno de ustedes, y no quiere perder a nadie, sin embargo, quien no se convierta a Él quedará excluido de entrar al paraíso, la Nueva Jerusalén, y perecerá dolorosamente.

Mis hijos. Mis amados hijos. Muchos de ustedes, pobres almas, no creen en el infierno. Este es un gran error, porque asumen erróneamente que la vida después de su muerte se terminará de alguna manera. Ya que no creen en el infierno, ¡están aún más en peligro de entrar en él! Ustedes rechazan la creencia en las enseñanzas de Mi Hijo. No creen en nada de lo que realmente existe y niegan que la vida real comience después de su muerte física. Por supuesto, la mayoría de ustedes todavía siente que, de alguna manera, no podrán extinguirse porque nadie puede imaginarse ser «eliminando». Incluso aquellos de ustedes que dicen esas cosas realmente no lo creen, porque Dios Padre los ha dotado con esta sensación. Como un ser vivo, uno no puede imaginarse un fin definitivo, quien crea que lo pueda, está mintiéndose a sí mismo. Escuchen y miren profundamente en sí mismos, en su corazón, en su alma y ​​encontrarán que ella, el alma, nunca desvanece. Por lo tanto, Mis amados hijos, vuelvan a creer en Dios Padre y en Jesús, de lo contrario el diablo los robará, y ustedes lo pasarán realmente mal.

Hijos Míos, ninguna persona es por sí solo responsable de su destino. Nadie puede ser auto suficiente, es decir, todos ustedes son parte de un todo más grande, y ninguno de ustedes puede cambiar eso. Se les ha dado su libre albedrío para que puedan tomar decisiones libremente, pero no para aislarse de su Creador, porque eso no puede ser. Solo por Él ustedes pueden vivir, solo por Él están aquí, porque sin Él nada existiría, sin Él ninguno de ustedes existiría. Pueden negarlo con la frecuencia, el tiempo y la persistencia que deseen, pero eventualmente también ustedes tienen que decidirse. Para eso, millones de creyentes hijos de Dios oran por ustedes, que cuando haya llegado su hora, Le den su SÍ a Jesús, porque ellos, estos hijos humanos amorosos y desinteresados, quieren salvaguardarlos de una eternidad en el infierno.

Mis hijos. Empiecen a creer, todos. Mi Hijo quiere que lo encuentren a Él para que todos experimenten la paz y el amor que Él tiene preparados para ustedes. ¡Corran hacía Él! ¡Conviértanse antes de que sea demasiado tarde! Pronto, muy pronto, la misericordia cederá el paso a la justicia, y el tribunal de justicia caerá sobre ustedes. ¡No pongan en juego su oportunidad, que les regalan ahora Mi Hijo y Dios Padre! Acepten la misericordia que Mi Hijo les quiere ofrecer para que puedan ir felizmente a una Nueva Vida con Él. No esperen hasta que el tribunal de la justicia caiga sobre ustedes, porque entonces puede ser demasiado tarde para muchos de ustedes.

Los amo de todo corazón, Mis amados hijos.

Unidos en el amor eterno.

Su Madre en el Cielo.