107. Mi Espíritu Santo se ha enviado a abrazar a tantos hijos como sea posible — 21.04.2013

Mi hija. Es maravilloso ver con cuánto amor y alegría Nuestra palabra, Nuestros mensajes son aceptados por Nuestros tan amados hijos. El cambio en sus corazones es grande y la comprensión de Dios Padre y Sus caminos, que a menudo son incomprensibles para ustedes, se profundiza. Una claridad nueva, no desconocida se desenvuelve en muchos de Nuestros hijos, y la cercanía a Dios Padre y a Mi Hijo se intensifica.

Esta es una gran alegría para Mi Santo Corazón de Madre, porque no hay nada más hermoso que una madre pueda desear para sus hijos que el regreso de su amada hueste de hijos a los brazos de su Creador, donde los esperan y reciben con amor, alegría y en paz, que tanto anhela su alma.

Mis hijos. Cuanto más profundicen su relación con Mi Hijo, más pronto estarán verdaderamente bien. Tendrán almas y corazones plenos, y ninguno de ustedes caerá en el poder del mal. Es tan maravilloso ver que más y más de Nuestros amados hijos están tomando el camino correcto, que están tomando conciencia de las maquinaciones malvadas y confusas que actualmente dominan su tierra, ver que se están apartando de todo ese mal y se están volviendo hacia el sendero divino, hacia los brazos de Dios Padre, quien los espera con tanto anhelo.

Mis hijos. ¡Sigan así! ¡Sus oraciones son escuchadas! Millones de millones de hijos de Dios encuentran su camino de regreso a Dios Padre, el Altísimo. El anhelo por el Creador aumenta cada vez más en los corazones de Nuestros hijos, porque Mi Hijo ahora está encendiendo la luz divina en todas las almas, gracias a sus oraciones tan devocionales y la aceptación de sufrimiento para EL, su Jesús.

Todos sus sacrificios, los grandes y también los pequeños, sirven para salvar las almas que por sí solas no encontrarían el camino hacia Creador. Por eso, Mis hijos, Mis amados hijos ¡sigan orando! ¡Entonces Mi Hijo puede guiar aún muchas más almas perdidas hacia el Camino Divino, y el número de aquellos que ingresarán con Él al Nuevo Paraíso será grande!

Les agradezco desde lo más profundo de Mi Corazón de Madre y les doy a cada una de ustedes Mi bendición Materna.

La fidelidad a Mi Hijo es muy importante, y son cada vez más de Nuestros hijos que se hayan dado cuenta de eso. Les doy las gracias.

Unidos en el amor.

Su Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

 

Amén, les digo eso. Mi Espíritu Santo se ha enviado a abrazar a tantos hijos como sea posible, para darles claridad y encender la Llama Divina en sus corazones.

Incluso en la más oscura de todas las almas, se encenderá una nueva esperanza para que reconozca el mal como tal y pueda alejarse, y para que también a ella se le permita devolverse a Dios Padre, el Altísimo.

Mis amados hijos, esto es un largo camino, pero (ya) está comenzando a dar frutos. Incluso las almas ya perdidas comienzan a tener dudas, dudas positivas, porque sacuden su «construcción de vida» y comienzan a reevaluar sus obras. Es ahí donde empieza la conversión, por lo tanto, Mis amados hijos, sigan orando por las almas perdidas, porque ahora ellas tienen la oportunidad de cambiar su vida y de encontrar a Dios el Padre.

Oren, oren, oren para que todos los hermanos y hermanas en el día de gran alegría, cuando Yo vuelva a ustedes desde la altura del cielo con todas las señales, puedan entrar en la Nueva Jerusalén, que Mi Padre creó con gran amor para todos Sus hijos.

Que así sea.

Su Jesús