112. Prepárense para este maravilloso viaje a Dios Padre — 23.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Tan hermoso es su mundo, sin embargo, no aprecian ese legado, ese milagro de Dios, que es un regalo para todos Sus amados hijos.

Su tierra fue creada por Dios Padre, el Altísimo, para que puedan vivir juntos llenos de gozo y confianza en amor mutuo y paz. Para cada uno de Sus hijos, Él ha creado suficientes alimentos, se ha preocupado plenamente por todos ustedes, pero ustedes han querido tomar su vida en sus propias manos y se han alejado cada vez más de ÉL.

Ahora, Mis amados hijos, ¡es hora de regresar, convertirse y volver a casa, a Dios, su Padre! ¡Así que levántense y prepárense, porque el Camino Divino es el único que los lleva a los brazos de su Padre, Quien los espera con todo Su amor y les da la paz eterna!

Vengan todos ustedes, Mis amados hijos, a este maravilloso viaje que hará que sus corazones se regocijen y sus almas se llenen con todo el amor, la dicha y la alegría que tanto anhelan (su alma y ustedes), y donde la paz sea su compañero(a) eterno(a).

El mal no tendrá más poder, porque será derrotado.

Detrás de las puertas de la Nueva Jerusalén, que reinará Mi Hijo, está el paraíso. Dios Padre una vez más se preocupó de todos Sus hijos, y no les faltará nada. Su alma finalmente puede desplegarse a lo que realmente es: un «recipiente» delicado creado para el amor que le permite crecer, florecer y prosperar y que no puede existir sin amor. Solo el amor, el verdadero amor, es su alimento. Sin amor ella se atrofia.

Esta, Mis queridos hijos, es la razón por la cual muchos de ustedes en el mundo de hoy, que está tan «frío», están mal. Aparte de las circunstancias externas difíciles a las que el maligno y sus grupos los exponen, falta amor en muchos corazones. Si un corazón está frío, no puede regalar amor, porque lo que no tiene, no puede dar. Pero este amor es justo el elemento vivificante que su alma necesita para «florecer». Por eso, Mis amados hijos, vengan a Nosotros, a Jesús y a Dios Padre, porque de NOSOTROS les será dado este amor tan vivificante. ¡A cada uno de ustedes «llenamos» con este amor y luego ustedes también están capaces de dar el amor a otros hijos de Dios!

«Reposten» con NOSOTROS, con todo el Cielo, ¡porque tenemos todo preparados para ustedes, lo que necesitan para vivir! Quien está lleno del Amor Divino, para él es fácil traspasarlo a sus hermanos.

Miren cuán maravillosamente Dios Padre ha creado todo, hasta el último detalle. El pan de vida es el amor, donde el amor gobierna, ahí está también la paz, y ahí se comparte. Tan simple es el concepto que Dios Padre ha creado. Desafortunadamente, tan sistemáticamente está siendo destruido por aquellos que «han caído en al anzuelo” de Satanás.

¡Así que levántense y prepárense para este maravilloso viaje a Dios Padre, porque allí y solo allí alcanzarán la vida que Dios Padre creó para ustedes desde el principio de los días!

Que así sea.

Su amada Madre en el Cielo.

 

«Amén, les digo esto:

Quien no le guste comenzar este viaje, lo recogeré.

Quien entonces todavía Me dé la espalda, se perderá.

Pero cualquiera que comience a creer en Mí, Me lo llevaré en este maravilloso viaje, y todos los que Me acompañan entrarán en Mi Nuevo Reino.

Que así sea.

Su Jesús».

 

«Mi hija, Yo, el Padre de todos ustedes, Me alegro mucho de los numerosos avances positivos de Mis tan amados hijos.

Añoro a todos Mis hijos. Mantengo Mis brazos abiertos a cada uno que regrese a Mí.

Los amo mucho, y Mi deseo es poder salvar a todos Mis hijos, para que ni uno solo se pierda al enemigo malvado, que los torturará y lo hará sufrir por toda la eternidad.

Ayuden a prevenir esto y dennos sus oraciones a Nosotros, a Mi Hijo y a Mí, y a todos sus santos y los ángeles amorosos, porque así ustedes provocan el cambio y muchos hijos vuelven a Nosotros, a Mí, su Padre Quien los ama.

Que así sea.

Su Dios Padre.

Creador de todos los hijos».

 

«Mi hija. Esta misión causa muchas conversiones milagrosas, son tan numerosas que el deseo de Mi Hijo, su Jesús, parece cumplirse.

Continúen orando con tanta devoción a Mi Hijo y en Sus intenciones para que estas conversiones sean aún más numerosas.

Les doy las gracias.

Con profundo amor.

Su San José».

 

«Mi niña, Mi hija, Yo, su Santo Arcángel Miguel, me regocijo por sus oraciones y lucharé por todos ustedes, porque así serán salvados y en el día de la gran alegría pasarán por las puertas de la Nueva Jerusalén, para vivir por siempre con su Creador. Que así sea.

Su Arcángel Miguel.”

“Gracias Mi niña, Mi hija.” (Dios Padre, Jesús, Madre de Dios, José y Arcángel Miguel sonríen.)