130. La gran gracia, la muestra del alma, se le será dado a cada hijo de Dios y cada hijo de la tierra sabrá la verdad — 09.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre de las Lágrimas, estoy aquí contigo.

Me duele mucho ver cuán lejos de la fe en Dios Padre Nuestros hijos se han desviado. Se han apartado de Dios, Nuestro Padre y esto significa que han caído en la trampa de Satanás, sin embargo, no se dan cuenta de eso. Se sienten cómodos como «diseñadores autónomos» de sus vidas y como «el que todo lo puede» y están orgullosos de lo bueno como lo hacen y que tan grandioso son. Solo se interesan por sí mismos y no se dan cuenta de cuánto se están lastimando a sí mismos, causando daño a su alma. No solo “justifican los medios con el fin”, como se dice, sino que auto destruyen el camino hacia la Vida Eterna en el Reino de Dios, dado que no creen en Él.

Mis hijos. ¡Despierten! Solo aquellos que viven con Dios, de acuerdo con Sus reglas y leyes, podrán vivir con Él. Solo aquellos que Le digan SÍ a Él, a Jesús, encontrarán la salvación. Todos aquellos que creen en las mentiras de Satanás – y éstas están tan inteligentemente empaquetadas que ustedes no las reconocen como tales – terminarán en el lago de fuego.

Mis hijos. ¿Por qué creen que fueran su propio maestro? ¿Por qué creen que solo ustedes mismos pudieran mejorar su vida y que sin sus propias acciones no estuvieran bien? ¿Por qué no confían en Jesús y se entregan ustedes mismos y su vida a ÉL? Dios Padre y Él los cuidan. ELLOS los conducen por la vida y hacia la eternidad pacífica. ELLOS les dan amor y se preocupan de TODOS los asuntos.

¡Vengan a Jesús! ¡Denle su SÍ! ¡Él es el camino hacia Dios Padre! ¡Él los llevará a Su Reino! Solo Él puede salvarlos, porque ustedes solos no pueden hacerlo. Bájense de su corcel y enfrenten la realidad: nadie puede existir sin Dios Padre, sin Él no existirían. Sin Él no podrán vivir y sin Él no habrá nada.

Aléjense de sí mismos, de su ego y (vuelvan) a Dios Padre. Quien no lo hace, quien confía en sí mismo quedará atrapado en la trampa del diablo, porque el EGO y el ORGULLO son el arma que él utiliza para mantener a los hijos de Dios lejos de su Creador.

Así que prepárense y esperen con alegría a Jesús. Él los ayudará a llegar a casa, con Él van a ser felices y disfrutarán en la eternidad del amor, la alegría, la paz y las glorias de Dios.

Muévanse y digan SÍ a Mi hijo. Él, que tanto los ama quiere llevar a TODOS los hijos de la tierra a Su Nuevo Paraíso. Digan SÍ a Él. Confíen en ÉL. Entonces, Mis amados hijos, el plan de Dios se cumplirá para ustedes y podrán reclamar su herencia prometida y tan anhelada.

Vengan, queridos hijos, vengan. Las puertas celestiales están abiertas para cada persona que Le de a Jesús su SÍ. El tiempo de la gran gracia ha comenzado. TODOS los hijos de Dios de todos los países, de todas las religiones, de todas las razas pueden entrar al Reino de los Cielos, pero deben convertirse a Jesús. La gran gracia, la muestra del alma, se le dará a cada hijo y entonces, Mis tan amados hijos, TODOS ustedes sin importar dónde se encuentren y en qué crean, se encontrarán con Jesús. Entonces tendrán la oportunidad de cambiar su vida y de darle su SÍ, pero aprovéchenla [la oportunidad]. Este es un gran regalo, una gracia maravillosa, y cada hijo en la tierra sabrá la verdad. Aprovechen este regalo, esta gracia que les ofrece Dios Padre y comiencen el único camino verdadero a casa con Él, su Jesús. De lo contrario, perecerán y se perderán y nadie vendrá a salvarlos porque solo Jesús puede hacer eso.

Así que, despierten y reconozcan el camino de la verdad. A quien ahora se convierta a Jesús, ya se les dará Su sensible amor. En los últimos días de estos tiempos, él que Le de a Jesús su SÍ recibirá muchas gracias y la desesperación y la desolación no se apoderarán de él.

Entonces, conviértanse ustedes no creyentes y digan SÍ a Mi Hijo. Su recompensa será grande, porque para quien vive con Jesús está abierto el cielo.

Su Madre de las Lágrimas quien los ama.

Gracias, Mi hija.