159. Difundan Nuestra palabra en todos los confines del mundo, porque con esta palabra los estamos preparando a ustedes y a todos los hijos de esta tierra — 1.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Qué bueno que estés aquí. Mi amadísima hija. Nosotros, tu Madre en el Cielo y Yo, tu Jesús Quien te ama, queremos decirte a ti y a todos Nuestros hijos hoy lo siguiente:

Ha llegado el momento de que todos los hijos de Dios deban tomar una decisión, porque la batalla por las almas estará llegando a su fin muy pronto. Dios Padre está tratando de darles purificación y reflexión a través de todos Sus regalos amorosos para ustedes, Mis preciosísimos hijos, pero la mayoría de ustedes no lo entienden.

Deben escucharnos, a Nuestra palabra en estos mensajes, porque con Nuestra palabra los estamos preparando a ustedes y a todos los hijos de esta tierra. El fin está cerca y muchos de los hijos de Dios aún necesitan ser alcanzados y muchos deben ser liberados de las garras del diablo.

Por eso, Mis amados hijos, oren por sus hermanos y hermanas sin detenerse, porque su oración es valiosa. Es el arma más poderosa que les hemos dado contra el mal, y quien la use y ore con devoción será escuchado y muchas almas así serán salvadas.

Difundan Nuestra palabra en todos los confines del mundo y defiéndannos. Demasiadas mentiras, demasiado sufrimiento, demasiada miseria están siendo infligidas, y ustedes deben darse cuenta del por qué es así. Quien viva con Nosotros, quien Me de su SÍ a Mí, no perecerá. Mirará todo con los ojos del amor y actuará en consecuencia: con amor, con responsabilidad y con alegría. Porque vivirá con Nosotros, con María, Mi Santísima Madre, quien también es su madre y vivirá conmigo, su Jesús, Quien soy su hermano y su Redentor. Nadie que viva con Nosotros puede ser malo, porque eso no es posible. Quien siga el camino con Nosotros, quien cumpla con las leyes de Nuestro Padre, Dios Altísimo, hará el bien en su mundo. Así que vengan a Nosotros y no sigan dejándose engañar por toda la ilusión y el fraude del diablo, porque ni el lujo ni la miseria provienen de Dios.

ÉL, que creó todo con amor mira con tristeza lo perdido que están creyendo al diablo. Él que es el verdadero amor no anhela nada más de que todos Sus hijos regresen.

El diablo les miente día a día. No desperdicia ninguna oportunidad de sembrar dudas y venderles mentiras como la verdad. ¡Despierten luego, Mis hijos tan amados por Mí y cambien su vida! ¡Vivan con Nosotros! ¡Con Mi Madre y con todos los que Dios Padre les envía para cuidarlos! ¡Escuchen a Nuestros Santos y sigan los consejos de Nuestros Santos Ángeles! Solo entonces volverán encontrar al camino correcto. Solo entonces podrán escapar del diablo, quien causa toda su miseria y quien los hace sufrir.

Denme a Mí, su Santo Jesús, su SÍ y entréguense a Mí plenamente. Entonces, Mis tan amados hermanos y hermanas, se cumplirá la promesa para ustedes, y los gloriosos frutos del Paraíso serán su cosecha.

Que así sea.

Su Jesús y su Madre en el Cielo quienes los aman.

Gracias, Mi hija.

 

Amén, les digo esto:

Amo a cada uno de ustedes con toda Mi divinidad.

A cada uno de ustedes quiero darles Mi Amor Divino.

Así que vengan a Mí, a su Jesús, y denme su SÍ, porque entonces también Yo puedo regalarles todas las glorias que Mi y su Padre tiene preparadas por cada uno de ustedes.

Que así sea.

Su Jesús quien los ama.

Gracias, Mi hija tan amada por Mí.