161. ¡Si el mundo no se de vuelta, aún muchos más desastres vendrán sobre su tierra! — 03.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Si el mundo no se da vuelta, aún muchos más desastres vendrán sobre su tierra, y solo aquellos de ustedes que son firmes en la fe se salvarán.

Mis hijos, Mis queridos hijos. Si no comienzan y vuelven a sus raíces, serán desarraigados porque las raíces de aquellos que no viven con Mi Hijo y en la fe de Dios son demasiado delgadas, demasiado frágiles, demasiado enfermas. Dejen que sus raíces vuelvan a crecer y no se auto-recorten de la vida eterna a través de su incredulidad, a través de su querer hacer todo «por fuerza propia», a través de su egoísmo y a través de su desconocimiento de la vida verdadera, la vida con Dios Padre bajo el liderazgo de Su Santo Hijo Jesucristo Quien nació para ustedes hace más de 2.000 años a través de Mí, su Madre en el Cielo, para proclamar la verdadera palabra de Dios y luego sufrió para ustedes, todos los hijos de esta tierra, la peor agonía y Quien finalmente dio Su vida para todos ustedes en la cruz.

Mis hijos. ¡Despierten! Quien no encuentre a Mi Hijo vivirá tiempos malos. El que no LE dé un SÍ no alcanzará la vida eterna, una vida después de la muerte física* en el Reino de los Cielos del Señor, para la cual están siendo preparados aquí en su tierra.

Mis hijos. ¡Despierten! El que no se convierta lo pasará mal. ¡El diablo se apoderará de su alma y la arrastrará a la condenación!

«Mis hijos tan amados por Mí. Vengan todos a Mí, a su Jesús, entonces los llevaré  a Mi maravilloso Reino creado para cada uno de ustedes con el amor puro de Mi y su Padre, y la promisión se cumplirá para ustedes.»

Mis queridos hijos. Yo, su Madre en el Cielo, los guío a todos los que Me lo pidan hacia Mi Hijo para que ninguno de ustedes se pierda. Y luego, cuando en el Día de la Gran Alegría el Cielo finalmente se fusione con la tierra, su alma se salvará y todos ustedes se mudarán al Nuevo Mundo – la Nueva Jerusalén, el Paraíso – y vivirán allí con todas las glorias que Dios Padre bajo la regencia de Su Santo Hijo tiene preparadas para ustedes.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama. Madre de todos los hijos de Dios.

Y su Jesús Quien los ama. Redentor de todos los hijos de Dios.

 

«Vengan, Mis hijos, vengan.

Entonces también ustedes podrán saborear las glorias de Mi Padre y cosechar los frutos tan anheladas del Jardín del Edén, la vida en el Paraíso recreado.

Vengan, Mis hijos míos, vengan.

Gracias, Mi hija tan amada por Mí.

Tu/Su Jesús.»

 

*Nota: Aquí se refiere a las personas que mueren antes del Día de la Gran Alegría, la Segunda Venida de Jesús.