192. Se acerca el tiempo del fin, pero no lo ven — 04.07.2013

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Siéntate conmigo.

Lo que están viviendo hoy en día en su tierra no es lo que Dios Padre quiere porque Él, que es amor puro, también había provisto el amor puro para ustedes, sin embargo, es difícil que ustedes vivan ése en su tierra de hoy porque debido a la «apostasía» de Lucifer, quien una vez fuera uno de los ángeles más poderosos en el Reino de Dios, el pecado comenzó, eso debido a que por el orgullo y el ego, la arrogancia y la desobediencia el amor puro se ensució hasta tal punto de ser irreconocible, y debido a que Lucifer, mejor conocido como Satanás, el diablo quería «gobernar» él mismo, es decir ponerse encima de Dios Padre, comenzó la dualidad entre el bien y el mal.

Como Dios Padre es un Padre amoroso, les dio a todos el libre albedrío, con en el cual ÉL nunca interferirá. Sin embargo, tristemente tiene que observar cuántos de Sus hijos también dirigen su libre albedrío contra ÉL, el creador de todo ser y como Lucifer quiere agarrar el poder para sí mismo.

Saben hoy que esto no puede funcionar bien, y ven la extensión del mal en todas partes su mundo. Solo pueden vivir feliz para siempre con Dios Padre. Solo ÉL los cuida. Solo ÉL puede darles lo que su alma necesita para su bienestar. Así que vuelvan a ÉL ¡y denle la espalda al diablo y a todas las maldades con la que los ha contagiado!

Tan pronto como LE den a Jesús su SÍ, el diablo perderá poder sobre ustedes hasta tal punto que él debe cederlo completamente, porque los que se conviertan a Jesús y a Dios Padre, los que vivan con ellos y entregan su vida a ELLOS, el diablo no puede dañar de cuerpo ni de alma porque Dios Padre es más grande que él.

Él es el único Dios verdadero. Solo ÉL es todopoderoso y solo ÉL los protegerá. Por lo tanto, vengan a ÉL y estiendanle la mano a Jesús, porque Él los guiará, y vivirán felizmente y en el amor pacífico por siempre a SU lado.

Que así sea.

¡Anímense, hijos Míos, y regresen! Los amo.

Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios.

 

Amén, les digo esto:

Solo Mi Padre es todopoderoso.

Solo con ÉL experimentarán la felicidad.

Solo quien que me de su SÍ puede ser salvado y liberado de las garras de la bestia.

Oren, hijos Míos, oren porque su oración es poderosa.

Que así sea.

Su Jesús quien los ama.
Redentor de todos los hijos de Dios.

 

Mi hija. Es de suma importancia que Nuestros queridos hijos regresen. Se acerca el tiempo del fin, pero no lo ven.

Los amo.

Su Padre Celestial.
Dios el Altísimo.