227. ¡Nunca se dejen cegar por los supuestos milagros de aquellos que son los hipócritas de su tiempo de hoy! — 08.08.2013

Mi hija. El tiempo en el Nuevo Reino de Mi Hijo será bonito para ustedes, porque serán liberados del pecado y no experimentarán sufrimiento ni en cuerpo, alma o espíritu, porque vivirán como verdaderos hijos de Dios en unión con Nosotros y con los demás y las glorias de Nuestro Señor Padre les serán revelados.

Mis amados hijos. Aguántese un poco más y vivan juntos en amor y alegría. El diablo trata de provocarlos todos los días, para que comiencen discusiones y les susurra cosas malvados. ¡No lo escuchen! ¡No se preocupen por las cosas malvadas que se lo están arrojando! Él, el más malo de los malos, provoca a TODOS los hijos de Dios, y no todos ustedes son lo suficientemente fuertes como para soportar estas provocaciones. Sin embargo, ¡traten de hacerlo y enfrenten a aquellos que no están en el amor con amor! Verán que muchas personas luego se volverán «más suaves» porque sienten este amor y sienten que ustedes quieren lo bueno. Volverán a sus sentidos, y la maldad que el diablo ha puesto en ellos se disolverá.

¡Así que sean buenos los unos con los otros y no se dejen provocar! Siempre enfrenten a su prójimo con amor y no dejen que el diablo siembre resentimiento y ponga cuñas entre Nuestros amados hijos – ¡estos son ustedes! ¡TODOS ustedes son hermanos y hermanas frente del Señor, porque todos ustedes vienen de ÉL, del único Padre, ÉL que es Creador de todos los hijos de Dios -es decir ustedes- y de todos ser!

Estén seguros de que haya comenzado el fin de los tiempos y que, por lo tanto, el diablo se enfurece donde pueda. No se preocupen de aquello, porque ya pronto será derrotado, porque Jesucristo, el Redentor de todos ustedes, será enviado a ustedes. Aparecerá alto en el cielo y peleará y ganará la pelea final por el bien. El mal será condenado para siempre y Mis hijos -TODOS ustedes- serán liberados de todo mal para siempre. Vivirán con amor en el Nuevo Reino de Mi Hijo y grande será la alegría que todos compartiremos.

Los amo, Mi amado rebaño de niños, y oro por ustedes en el trono del Señor. ¡Que el tiempo de su último sufrimiento pase rápidamente y que mantengan el coraje y lealtad a su Padre Celestial!

Nunca se dejen cegar por los supuestos milagros de aquellos que son los hipócritas de su tiempo de hoy, porque solo quieren confundirlos aún más. Tan pronto como muestren sus rostros verdaderos, será demasiado tarde para que muchos de ustedes encuentren el camino correcto y a Mi Hijo, porque estarán tan confundidos entonces que no podrán ver la luz, porque ciegamente han seguido el primer advenedizo y no escucharon Nuestra Palabra.

¡Despierten! ¡Conviértanse y denle a Jesús su SÍ! Entonces podrán resistir la confusión que está rodando sobre su tierra cada vez más y podrán regresar decididamente a casa.

Escuchen a Nuestra Palabra en estos mensajes y recen las oraciones que les hemos dado aquí. ¡Todo estará bien para aquellos de ustedes que confían en Nosotros!

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

(Jesús asiente y sonríe.)