239. Dios el Padre no desilusiona, porque ÉL es el amor mismo — 21.08.2013

Mi hija. Mi querida hija. ¡Buenos días! Que tengan un buen día y disfruten estar juntos. Actualmente hay pocos momentos en que ustedes pueden estar todos juntos, así que disfrútenlos especialmente hoy y cada vez que se les presenten [estos momentos].

Mis hijos. Es importante que sean felices. El que es feliz también está en la paz, y desde esta paz viven el amor. Una persona que es infeliz, que no está en paz consigo mismo y el mundo es susceptible a los pensamientos oscuros y los susurros malvados del diablo. Por lo tanto, deben estar en la paz, no importa en qué situación se encuentren actualmente, por dónde la “vida” los esté enviando y lo que les esté sucediendo, porque tan pronto como pierden su paz, dejan el amor, y si no sienten el amor tampoco pueden transmitir amor.

Es un flujo eterno, eso con el amor, porque el amor les es dado por Dios Padre, su Señor y Patrón, pero como tantos de ustedes se han alejado ahora están buscando el amor en otras personas, y allí vuelven a estar decepcionados una y otra vez.

Dios el Padre no desilusiona, porque ÉL es el amor mismo. ÉL llena sus corazones y es Su amor lo que los hace felices, lo que les da la paz, lo que los hace vivir el amor, porque quien confía en Dios Padre nunca estará solo, ¡siempre protegido y sobre todo amado!

 

Una persona no puede vivir sin este amor. Su alma se encoge tal cual como una flor marchita y luego muere. Por eso es tan extremadamente importante que encuentren el camino de regreso a su Santo Padre, de lo contrario siempre buscarán el amor fuera de si mismos y nunca se darán cuenta de que Dios, Nuestro Padre, lo ha puesto dentro de ustedes.

Siempre estarán en búsqueda y se perderán una y otra vez y -en la mayoría de los casos- cada vez más en superficialidades, porque será el reconocimiento lo que los hace ser felices – pero solo mientras su entorno se lo de – y cada vez más se «perderán» y se caerán en más y más trampas del diablo, porque se han alejado de Dios, su Señor y Creador, y el diablo se aprovecha de esto y pone sus nieblas como velos sobre ustedes, niebla de confusión y desorientación, y se vuelve cada vez más difícil para ustedes, los hijos de Dios, encontrar realmente a Dios Padre y a Su Santo Hijo, porque el grado de su «caída» en las trampas del diablo está aumentando cada vez más, al igual que la distancia de su querido Padre Quien tanto los ama.

Pueden estar seguros de que ÉL realmente los ama y que hace todo lo posible para liberarlos de los velos de confusión que el diablo los pone. Es solo su libre albedrío lo que los separa de Dios Padre, porque tan pronto como LE den su SÍ a ÉL, Su Hijo, ÉL vendrá e intervendrá y los liberará, y su vida aquí y en la eternidad estará plena y llena de felicidad.

¿Qué están esperando, Mi rebaño de niños tan amado por Mí? ¡Confiésense! ¡Digan Sí! Y todo estará bien para ustedes. Que así sea.

Su Madre en el Cielo que tanto los ama. Madre de todos los hijos de Dios.

«¡Escuchen la Palabra de Mi Santísima Madre, porque ella habla la verdad de Dios, y su Palabra es Santa!

Su Jesús. Que así sea. Amén.»