266. Oren, Mis hijos, porque su oración mitiga muchas cosas y rompe los planes del maligno — 10.09.2013

Mi hija. Mi querida hija. La gracia del Señor es tan importante para ustedes. Sin ella no pueden vivir, tanto los ama su Señor y Padre que incluso la derrama sobre aquellos hijos y la regala a aquellos hijos Suyos que se alejaron de ÉL, para que tengan la oportunidad de volver al camino correcto y regresar a Él, el Padre Todopoderoso.

Mi hija. Dile a todos Nuestros hijos que se conviertan y den su SÍ a Mi Hijo que es el hermano de todos ustedes y que sufrió en la Cruz por ustedes, por cada uno de ustedes, y luego murió para resucitar y mostrarles el camino al Padre.

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí y por Nosotros. ¡Regresen! ¡Corran hacia el Padre! Oren por ustedes y por sus seres queridos y oren por todos los hijos descarriados de esta, su tierra, para que el Espíritu Santo del Padre pueda obrar en ellos y en ustedes!

Oren al Padre por la gracia de la conversión del mundo entero, porque sólo así la paz entrará en el corazón de los hombres, sólo así podrán encontrarse con amor y vivir juntos con amor y respeto!

Oren, Mis hijos, oren. ¡La oración es su arma en la lucha contra el mal! ¡Les ayuda a ser y permanecer fuertes! ¡La oración cambia! ¡La oración purifica! ¡La oración convierte! ¡La oración sana! ¡Y da paz, plenitud y gran alegría!

¡Oren, Mis hijos, porque su oración mitiga muchas cosas y rompe los planes del maligno! Por lo tanto, oren queridos hijos y oren con amor y con fervor. ¡Su oración es escuchada! ¡Su oración es escuchada si está en armonía con la voluntad de Dios, su Padre! Es decir, no oren por las riquezas y beneficios terrenales, ¡sino por su alma y la salvación de sus hermanos y hermanas!

Oren por la paz en los corazones de todas las personas y especialmente por aquellos que están desviados por el animal, la raíz de todo el mal. Oren, oren, oren y no habrá más guerra, su tierra no será más afligido por el sufrimiento, sino el amor del Señor tocará todos los corazones y los salvará de lo peor.

Ésta, Mis queridos hijos, es la gracia del Señor que gracias a todas sus oraciones es enviada a la tierra y al corazón de los hombres aún más grande, aún más poderosa y en el más puro amor. Ella [la gracia] inunda la tierra y cuanto más oren, más corazones se ablandarán y más almas se convertirán.

Crean y confíen, porque así es como será.

Los amo.

Su Madre en el Cielo con Jesús.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre del Redentor del mundo.

Amén.

 

Jesús: Gracias, Mi hija. (Dios Padre asiente y sonríe.)