275. ¡En Mi Reino vive el amor! – Cultiven semillas, porque las necesitarán — 17.09.2013

Mis niños. Mi hija. Mi Reino será hermoso. Superará a todo lo que han conocido. Se les regalarán hijos perfectos porque en Mi Reino todos serán perfectos. Vivirán el amor y experimentarán una gran alegría. Pero también aquí seguirán «creciendo» y Yo, su Jesús Quien los ama tanto, estaré con ustedes y los guiaré.

Mi Iglesia resucitará y Pedro, a quien hice esta promesa, la guiará. Sí, Mis hijos, Mis tan amados hijos. ¡Pedro estará con ustedes, así como todo el Cielo! “Conocerán” a sus santos porque los que ya están en contacto con ustedes también estarán a su lado en Mi Nuevo Reino.

Volverán a ver a sus antepasados y a algunos de ellos recién conocerán, pero sólo a aquellos que los aman, porque en Mi Reino vive el amor. ¡Está lleno del Amor Divino de Mi Padre, que tanto espera esta época de paz! Ver a Sus hijos unidos a Mí, su Santo Hijo, LE llena de la mayor alegría, porque así es como ÉL lo quiso y así será pronto.

Todos viviremos juntos en el amor y mantendremos la paz milenaria. Cuando entonces, al final de este tiempo Nuestros hijos, es decir ustedes, estarán nuevamente expuestos a la tentación del diablo, entonces deben ser lo suficientemente fuertes para resistirlo, el maligno. Todos los hijos, que entonces permanecen fieles al Padre, entrarán en Su Reino de los Cielos. Mi Reino llegará a su fin y por siempre moraremos con el Padre.

Pero no se rompen la cabeza por esto, Mis hijos, porque el aquí y ahora es importante. El que no se prepara, no lo puedo llevar conmigo, y para él mil años de infierno serán su hogar.

Más y más les revelaremos, pero lo esencial para ustedes es su preparación. Por eso elegimos a María de la Preparación Divina de los Corazones, para que se preparen para este tiempo presente.

Mis hijos. Dense prisa, porque muy pronto pasarán cosas muy malas. El que no esté preparado tendrá un tiempo difícil, pero los que crean en Mí, confíen en Mí y que Me sean fieles, a ellos Yo los cuidaré, los defenderé del maligno y los protegeré de los mayores males y necesidades.

Crean y confíen, porque así es como será.

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios.

Amén.

 

«Mi hija, Mi hija tan amada por Mí. Cultiven semillas, porque las necesitarán.

Tu Padre Celestial.»

 

«Divulga esto, Mi hija. Dios Padre, Jesús y María» (en el amor pleno).