304. ¡Su única salvación es Mi Hijo! — 11.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, su Santa Madre en el Cielo, he venido a decirte a ti y a Nuestros hijos de todo el mundo lo siguiente:

Los tiempos se están poniendo pesados para ustedes, así que deben creer. La fe en Mi Santo Hijo les ayudará y los hará fuertes. ¡Les traerá alegría y los hará felices incluso en los momentos de mayor necesidad!

Mis hijos. ¡Conviértanse, porque sólo el que encuentre a Jesús estará a salvo en estos tiempos! Sólo el que es fiel a ÉL, espera en ÉL, LO ama, confía en ÉL y vive para ÉL – sí, hijos Míos, para ÉL deben vivir, porque ÉL ha vivido para ustedes y el que vive para ÉL, es decir LO pone en el primer lugar en su vida, el que dirige su vida a ÉL, confía en ÉL, espera, cree y vive según o con Sus enseñanzas – recibirá gran felicidad, milagros ocurrirán en su vida y las glorias del Señor le serán reveladas y regaladas.

Mis hijos. ¡Su única salvación es Mi Hijo! ¡Corran hacia ÉL! ¡Ámenlo! ¡Pídanle! ¡Crean en ÉL! Y vivan con ÉL. ¡Entonces, Mis queridos hijos, ningún tiempo será demasiado pesado para ustedes, ninguna carga jamás los aplastará y nada podrá «derribarlos» porque ustedes están con Jesús y Jesús está con ustedes en cada momento, en cada situación y siempre cuando LO necesitan! Entonces, Mis queridos hijos, llámenlo y ÉL vendrá, estará con ustedes, los consolará y aliviará lo que sea que les haya pasado.

ÉL sanará el corazón y el alma y ÉL estará con ustedes siempre y cuando Se lo pidan.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

 

«Mis hijos. Mis queridos hijos. Yo, su Jesús, estoy siempre con el que cree en Mí, que Me ama y que Me ha dado su SÍ. Aunque no Me vean, no Me oigan, no Me sienten estoy con ustedes y pongo Mi mano protectora sobre ustedes.

En los momentos más críticos, en los momentos y situaciones en que Me llaman especialmente, Mi presencia aparecerá, es decir: estaré allí, intervendré y les ayudaré, y sentirán Mi presencia o sabrán que soy Yo Quien está a su lado y que actúa por ustedes cuando sea necesario.

Mis hijos. Invoquen siempre al Espíritu Santo porque es ÉL quien dirige las conversaciones, es ÉL Quien apacigua, es ÉL Quien trae el amor, es ÉL Quien suaviza las olas.

¡Crean y confíen! Con ÉL podrán mantener el amor en su corazón incluso con su mayor enemigo.

Mis hijos. ¡Los amo! ¡Confíenme todo a Mí! Entréguenme todo lo que los oprime, ocupa o distrae. Lo llevaré en lugar de ustedes y su alma encontrará la paz.

Con el más profundo amor y con la bendición de Nuestro Padre Celestial,

Su Jesús Quien los ama.
Salvador de todos los hijos de Dios.»

 

«Mis hijos. Yo, su Santísimo Padre en el Cielo, les digo hoy que ahora ha llegado el momento.

El Cielo intervendrá donde las cosas so ponen demasiadas difíciles y los liberará de la mano del maligno.

Su alma entrará en la gloria del Nuevo Reino y Yo, su Padre en el Cielo, les estaré eternamente agradecido (por su fidelidad en estos tiempos difíciles).

Los amo mucho.

Su Padre en el Cielo.
Creador de todo ser».

«Amén, Mi hija. Divulga esto.»