372. ¡Las gracias del Padre son grandes en estos días! — 11.12.2013 – Oración de consagración –

Mi hija. Los días en su tan querida tierra pasan, sin embargo, muchos de Nuestros hijos continúan perdiéndose solo en las apariencias externas y cosas mundanas.

Ustedes deben escuchar a su interior, pensar y convertirse, porque si no encuentran a Mi Hijo ahora, entonces tiempos malos los esperarán. Solo los hijos que se han convertido a Mi hijo entrarán en Su Nuevo Paraíso, pero para aquel quien continúa preocupándose solo de sí mismo las puertas permanecerán cerradas, porque cree que fuese autosuficiente y no se da cuenta que esto no es el caso.

Todos Nuestros hijos fueron creados por Dios, y toda alma anhela al Padre Celestial. ¿Por qué están suprimiendo eso? ¿Por qué no escuchan a este maravilloso anhelo de su alma, que es el amor puro por el Padre?

Las mutilan con sus arrebatos en placeres mundanos, porque su alma, creada por el Padre en el amor más puro y profundo, se marchita cuando vivan tanto lo superficial. Ella solo quiere el amor, el cuidado y la seguridad del Señor, porque entonces está llena de paz profunda y feliz, porque el amor del Señor es todo lo que necesita.

Mis hijos. ¡Usen esta Navidad y encuentren su camino hacia el Señor! Celebren a esta fiesta con amor y honra y respeto por Mi hijo, porque ÉL es el camino al Padre, y yo, su Santa Madre en el Cielo, soy el camino a Jesús.

Los conduzco hacia Él, mis queridos hijos, y Él los lleva a Sus brazos amorosos que perdonan todo. ÉL los llevará al Padre, porque ÉL es su Redentor, su Salvador de todo el mal y del maligno mismo, y Su fiesta, que celebran en Navidad, es la fiesta de la salvación porque solo a través de Su nacimiento se ha convertido en su cordero sacrificial, y cuando en Pascua celebran Su resurrección y LO “acompañan” una y otra vez a través de esta dolorosa agonía de Su Pasión, entonces en Navidad celebran este «nacimiento de la salvación» que precede (la Pascua), porque sin la encarnación de la esperanza, que es Mi hijo, la redención de sus pecados nunca hubiera tenido lugar.

Así que agradezcan al Señor por este cordero sacrificial encarnado, y agradezcan al Hijo por esta devoción ilimitada y perfecta hacia ustedes, Mis queridos hijos. Celebren Su fiesta con alegría y profundo amor y no se pierdan más en lo superficial, sino que corran hacía Sus brazos y déjense caer en ÉL.

Mis hijos. Quien quiere consagrarse a sí mismo y su vida a Jesús, que lo haga ahora, porque las gracias del Padre son grandes en estos días, y nada será más hermoso para ustedes que vivir su vida completamente con Jesús y en el servicio del Señor.

Vengan, hijos Míos, vengan y denle a Jesús su SÍ.

Los amo desde lo profundo de Mi corazón de Madre y les doy las gracias por seguir Mi llamado. Amén.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios con los Santos ángeles y los santos. Amén.

Esta es la oración de dedicación a Jesús, que deseamos que oren:

Oración No 31

Oración de consagración

Oh Jesús mío, me consagro a Ti completamente. Te doy mi vida, por favor cuídame Tú, guíame y sáname.

Amén

 

Mi hija. Con esta oración ustedes se entregan completamente al cuidado de Mi hijo. Si lo desean, pueden complementarla con sus propias palabras, acoger a sus seres queridos y simplemente se regalan completamente a Jesús.

Los amo. Las gracias del Señor son grandes y se dan a todos los que están abiertos a ellas. Crean y confíen, hijos Míos, la omnipotencia del Padre no tiene límites, y Él hace Sus maravillas especialmente en aquellos que se entregan a Su hijo por completo.

Los bendigo, hijos Míos.

Con profundo amor y afecto,

Su Madre en el Cielo. Amén.