373. ¡Estos días en torno a la Navidad son días especiales de la gracia del Señor! — 11.12.2013

Oh, Mi hija. Mi sol. Su mundo es tan maravilloso, pero lo que están haciendo con él es incomprensible. ¿Cómo puede un corazón ser tan carente de amor y «contaminar» al hombre y a la tierra?

Díganme cómo no pueden sentir culpa, díganme cómo su conciencia puede aprobar el pecado. Díganmelo, porque no lo entiendo, pues Dios el Señor es el único soberano sobre el cielo y la tierra, ÉL es el Creador de todo ser y la tierra le pertenece a ÉL, así como también ustedes son Sus hijos y Le pertenecen a ÉL. Sin embargo, ÉL nunca los reclamará, porque ÉL es un Padre amoroso, y por este amor ÉL les ha dotado con el libre albedrío, y ése ÉL nunca violará.

ÉL siempre estará ahí para ustedes y espera su conversión a Él, a Su Hijo, a quien envió para liberarlos del pecado y darlos la vida eterna. Él, el Hijo, dio su vida por ustedes, pero todo eso ha perdido valor para ustedes. Ustedes ahora tienen otros valores, valores externos, terrenales, materiales – y Jesús, ¿quién hoy en día es Jesús para ustedes?

Todo lo toman en sus propias manos y cuando las cosas van mal, algunos de ustedes se acuerdan del Señor, pero sólo para insultarle a ÉL, el Padre Todopoderoso, que es amor puro, sí, el amor mismo.

¡Déjenlo y entra en razón por fin! Lo que están haciendo ahí es obra del diablo, pero no quieren verlo así. Su avaricia, su obsesión por el poder, su afán de dominación y su egoísmo han hecho de ustedes lo que son hoy: seres sin amor, irrespetuosos y con un corazón de piedra, pues si fuera de hielo, el amor podría derretirlo y calentarlo de nuevo, pero ha sido subenfriado durante tanto tiempo que se ha convertido en piedra, y un corazón de piedra puede cometer estas acciones que son inhumanas y dirigidas contra Dios Padre.

Mis hijos. ¡Dejen de lado la ingeniería genética, la «producción de niños» y el aborto! ¿No ven a dónde los lleva esto? Prácticamente están corriendo hacia los brazos abiertos del diablo y se bloquean su futuro y él de sus hijos en la eternidad del Señor.

¿No lo ven? ¡Confíen en el Señor! ¡Vivan con Él! Dejen que Jesús entre en sus vidas y conságrense ustedes mismos y sus vidas a ÉL. Entonces ÉL estará allí para guiarlos y nada tendrán jamás que temer.

Vengan, Mis hijos, y conságrense a Jesús, porque las gracias del Padre son infinitas. Estos días en torno a la Navidad son días especiales de la gracia del Señor, pero deben reflexionar y encontrar su camino hacia Jesús y el Padre.

¡Dense vuelta y denle su SÍ a Jesús! Sigan el llamado del cielo y déjense bendecir con los dones del Padre, pues ÉL Que los creó con tanto amor no desea nada más que su regreso a casa con ÉL, con su Padre Celestial, y el camino para llegar allí es a través de Su Hijo Jesús, la esperanza encarnada que celebran en la fiesta de Navidad.

El camino hacia Jesús es María, Su Santísima y purísima Madre, y el camino a través de su vida somos también Nosotros, sus Santos, así como los Santos Ángeles, porque Dios, el Señor, Nos ha puesto a su lado y con el más profundo amor y alegría rezamos por ustedes, los guiamos, los ayudamos y hacemos suceder milagros en su vida, milagros que el Padre obra a través de Nosotros.

¡Así que acepten Nuestros regalos celestiales y den su SÍ al Señor! Reflexionen en estos días y conságrense ustedes mismos y sus vidas a Jesús, porque estos días son especiales y son muchas las gracias que el Señor envía a la tierra.

Mis hijos. Conviértanse. Amén. Su San Bonaventura.

Gracias, Mi hija. Te amo.