382. ¡Vuelvan a encontrar a los verdaderos valores de la vida! — 19.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. El tiempo previo a la fiesta de Mi Santo Hijo es un tiempo especial y sirve para preparar su alma y su corazón para el nacimiento y el regreso de Mi Hijo.

Aprovechen este tiempo como tal y vuelvan a contemplar el valor y la esencia de la vida, porque es el amor lo que deben vivir, sin embargo, el diablo les ha «vendido» otra cosa bajo el concepto de amor y ahora ya no entienden lo que es el amor, sino que están vagando en el pantano del diablo, envuelto en velos de niebla y no ven que es lo esencial, no ven que Dios Padre los está esperando, no ven para qué sirve esta vida aquí en la tierra y no ven la mano tendida de Mi Hijo que quiere liberarlos de este pantano.

Mis hijos. Den su SÍ a Jesús y vuelvan a encontrar a los verdaderos valores de la vida. Trátense con respeto, a ustedes mismos y a sus hermanos, y amen al prójimo como a sí mismos. Esto es tan difícil para ustedes, porque no ven en el corazón del otro. Tengan la certeza de que hasta el más malvado sigue teniendo un corazón y que en algún lugar ahí todavía hay una pequeña luz encendida. ¡Pero con su amor deben hacer que esta luz brille en la otra persona, para que ella (la otra persona) también pueda volver a descubrir y vivir el amor en sí misma!

Mis hijos. Los amo tanto. Encuentren el camino hacia Mi Hijo, entonces encontrarán el camino a casa. Nada los detendrá en este camino de amor y serán ricamente bendecidos, porque quien haya encontrado a Mi Hijo será bendecido con las gracias del Señor y le ocurrirán Sus milagros.

Mis hijos. Enfrenten a todas personas con amor y recuerden que, si el otro es grosero, pendenciero y malvado, está extraviado. Oren por él, que el Espíritu Santo le ilumine y vean siempre la llama del Señor en el otro. Entonces les será más fácil soportar las maldades y el otro será cambiado por su oración.

La omnipotencia del Señor no tiene límites, así que entréguenle a ÉL todos hijos. No peleen, sino pidan por la paz al Señor.

Los amo. Aguanten un poco más. Vuelvan a su interior y oren en las intenciones de Mi Hijo, porque todavía se necesita mucha oración.

Gracias, Mis hijos.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Oren por los niños. Sus oraciones serán escuchadas».

Su Santa Teresa del Niño Jesús