401. ¡Lo que mis profetas predicaron hace miles de años se está cumpliendo ahora! — 05.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo, hija Mía. Escucha lo que Yo, tu Padre que te ama tanto, tengo que decir:

Hoy, en la fiesta de la Epifanía, ustedes celebran el honrar el nacimiento de Mi Santo Hijo, pues los Magos de Oriente Caspar, Melchor y Baltasar sabían lo que significaba este nacimiento, y por eso se pusieron en camino hacia el Salvador del mundo que, siendo un niño pequeño, inocente y tan puro, rodeado de todos Mis Santos Ángeles que Le alababan y Le regalaban alegres cantos, yacía en un pesebre en un cobertizo para el ganado, visible con sus padres María y José y todos los animales del establo.

Mis hijos. Mi Hijo les nació para que encontraran el camino a casa, a Mí, pero a tantos de ustedes no les importa. Viven lejos de la fe y de la fidelidad, y la reverencia a Mi Hijo hecho hombre para ustedes es en muchos lugares ya nada más que comercio.

Mis hijos. Recuerden la nobleza de estos Tres Reyes Magos que visitaron desde muy lejos a este Niño, tan indefenso y pequeño y que yacía en el entorno más exiguo de un pesebre, para presentar sus respetos y para traerle los mejores regalos a ÉL, al Rey del Mundo, Hijo de Dios y Redentor de la humanidad.

Ellos, los reyes de tierras lejanas se humillaron ante ÉL, el pequeño recién nacido, pues sabían y mostraban que ÉL es el Más Alto de todos los reyes, el Hijo del Señor, del Padre Todopoderoso, QUIEN SOY, y se arrodillaron ante ÉL, el bebé tan pequeño y LO honraron, LE rindieron homenaje y LE dieron gracias y respeto.

Mis hijos. ¿Qué pasó con sus modales? ¿Han realmente olvidado o suprimido todo? ¡Honren a Mi Hijo! ¡Ríndanle homenaje a ÉL y vivan con ÉL! Para ustedes ÉL ha nacido. Por ustedes EL murió una muerte dolorosa. ¡Por ustedes ÉL vivió! ¡Y para ustedes EL volverá! Así que prepárense para ÉL, su Único y Verdadero Rey, y entren con ÉL en Su Nuevo Reino. Denle a ÉL su SÍ y dejen que ÉL los guíe por el camino hacia Mí, hacia su Padre que tanto los ama.

Mis hijos. Los espero a cada uno de ustedes con el corazón ensanchado y los brazos abiertos, porque Mi amor por ustedes no tiene límites. Pero deben dar su SÍ a Mi Hijo y prepararse ahora, de lo contrario no podrán iniciar el camino a casa, hacia la paz y el amor, porque su libre albedrío se interpone en su camino y bloquea la puerta a la eternidad conmigo.

Profesen su fe ahora y prepárese. La fecha de la Segunda Venida de Mi Hijo está fijada, pero sólo Yo, su Padre Todopoderoso, la conozco y Mi Hijo se está preparando para ello. Mis preparativos están completos y revelaré la fecha del regreso de Mi Hijo cuando haya llegado el momento adecuado. Crean y confíen y estén completamente conmigo y con Mi Hijo.

Sus oraciones pueden alejar y van a alejar muchas calamidades, así que les pido que sigan rezando Nuestras oraciones. No saben cuántas calamidades ya han detenido y evitado con ellos.

Mis hijos. Los amo desde lo más profundo de Mi Corazón Paternal Todopoderoso y los llamo a todos a venir a Mi Hijo. De este modo, ustedes también saldrán victorioso sobre el mal y su alma podrá entrar en Mi gloria.

No se auto nieguen la oportunidad de tener su hogar conmigo, porque quien no viene a Mí, sólo le queda el diablo, aunque tantos de ustedes lo niegan con vehemencia. El diablo es astuto, inteligente y taimado, y nada le produce más satisfacción que robar a Mis hijos. Cada alma que captura es una ganancia sobre Mí, el piensa, pero nunca será el ganador.

Mi Hijo Jesús está por encima de él, así como su Santísima Madre, su Virgen María, y el Arcángel Miguel. María aplastará la cabeza de la serpiente, la espada del Santo Arcángel Miguel lo derribará y Jesús, Mi amadísimo Hijo, lo empujará al infierno. Allí pasará encadenado 1000 años, pero estén advertidos, porque en él [el infierno] se moverá libremente.

Sus seguidores y todas las almas inocentes robadas, es decir, los que no han profesado su fe en Mi Hijo, los atormentará durante mil años, pues ni el brillo, ni el esplendor, ni la «vida bella» existirán en el infierno. Hará estallar la burbuja del mundo ilusorio que ha creado para ustedes, y en su lugar su existencia estará determinada por la crueldad y la mentira, la desgracia y el desprecio, el tormento, el sufrimiento, las penurias y la angustia.

Así que conviértanse, porque aún no es demasiado tarde, y compartan también ustedes su vida junto a Jesús con Nuestros hijos fieles. Entonces, mil años de paz serán los suyos y no les faltará nada. Allí no habrá envidia, ni odio, ni codicia ni avaricia. Ninguna de las cosas que el diablo ha proyectado en ustedes tendrán que vivir y sufrir de nuevo. Serán felices, sano en cuerpo y alma. Su corazón reirá de alegría y felicidad y Mi Hijo cuidará de todo y de ustedes.

Mis hijos. El Nuevo Reino será más bello, más glorioso y más maravilloso que cualquier cosa que podrían haber soñado. Es único. Es la plenitud. Y está conectado con el Cielo. ¡Alégrense! Y prepárense, porque el que no se prepare ahora perderá la entrada a este maravilloso mundo y quedarán eternamente excluido.

Mis hijos. ¡Su único camino hacia este Nuevo Mundo es Mi Hijo, su Jesús! ¡Digan SÍ a ÉL! ¡Y profesen su fe en Mí! ¡Y comiencen a vivir con Nosotros y sus Ayudantes Celestiales! Tengan en cuenta a sus ángeles, especialmente a su ángel de la guarda. Por amor a ustedes he dado a cada hijo humano un ángel para que lo proteja y le muestre y arregle el camino. Mis ángeles están siempre presentes en su vida, ¡pero ustedes no son conscientes de ello! Y sus santos sólo esperan su llamada, ¡pero son tantos que no creen en su vivacidad!

¡Mis hijos! ¡Despierten! La verdadera vida aún no ha comenzado. Ustedes creen que sólo viven aquí en este mundo, oh ¡qué equivocados están! Les di esta vida por amor a ustedes y en preparación para la eternidad conmigo, pero ustedes perdieron la fe y por eso les envié a Mi Santo Hijo en carne y hueso para que volvieran a la senda. Y de nuevo, la mayoría de ustedes ha perdido la fe o no la conocen en absoluto, y ahora su mundo se está acabando, ¡pero ustedes siguen sin fe!

Lo que mis profetas predicaron hace miles de años se está cumpliendo ahora. Lo están viendo, pero lo reprimen. Está escrito, ¡pero ustedes no quieren verlo! Lo está leyendo, pero no quieren entenderlo. Lo están oyendo, pero se cieran a él.

¡Mis hijos! ¡Vean y escuchen y miren lo que está sucediendo! Las profecías se están cumpliendo y ustedes siguen durmiendo.

¡Mis hijos! Tendrán un duro despertar si no abren los ojos y los oídos. Deben rezar al Espíritu Santo y escuchar sus corazones. Yo, su Santo Padre, los hablo hoy para que despierten y se levanten de las nieblas de la bestia, porque el que siga en su letargia y no empiece a levantarse se hundirá en el pantano de la confusión y nunca encontrará a Mi Hijo.

¡Así que levántense, pónganse de pies y escuchen y miren! Entonces estarán despiertos a los acontecimientos de la época y reconocerán la verdad. Oren al Espíritu Santo pidiendo por claridad y pureza y se volverán fuertes y poderosos, y reconocerán las mentiras de la bestia y sus seguidores!

Reconocerán Mi Luz y empezarán a dar su SÍ a Mi Hijo, pues quien se haga consciente de la verdad encontrará el camino hacia Mi Hijo, y quien encuentre el camino hacia Mi Hijo saldrá victorioso, pues Mi Hijo estará con él y le quitará todo el poder del diablo sobre él. Hasta que ÉL (Jesús) finalmente lo derrote al diablo, y lleve a todos los que son fieles a ÉL (Jesús) a su Nuevo Reino. Que así sea.

Los amo,

Su Padre en el Cielo.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo el ser.

«Crean y confíen, porque el Señor ha hablado.

Su Nuevo Reino será dado a aquellos que se han entregado a Su Hijo, Jesús, pero aquellos que continúan dejarse cegar, que se alejan de ÉL y se niegan a dar su SÍ a ÉL, caerán miserablemente en el infierno.

Así que sigan la llamada del Padre y sálvense a donde Jesús. Yo, su Ángel del Señor, se lo digo. Amén. Su Ángel del Señor.»

«Mi hija. Este es un mensaje tan importante. Divúlgala y diles a Nuestros hijos que confíen. A quien no confíe en Nosotros, le esperan tiempos difíciles. Gracias. Te amo mucho. Tu Madre en el Cielo. Amén.»

Bonaventura:

«El padre está preocupado. Muy preocupado. Amén.»

«Mi hija. Su mundo está llegando a su fin. Nuestros hijos deben despertar e ir a Jesús, de lo contrario no tienen chance [para entrar al Cielo]. La eternidad les será negada y la paz no será suya. Diles esto. Tu Bonaventura y tu Antoni que te aman. Amén.»

«Mi hija. ¡El fin está cerca! Ustedes deben despertar y volver al Señor. Quien no invita a Jesús, quien LE niega su SÍ y no LO ama, se perderá.

La eternidad es infinita, así que piensen bien si quieren seguir a los advenedizos. Ellos les traen dolor, sufrimiento y miseria, pero Jesús les trae amor, paz y perfección.

Así que ¡auto regálense a Él y esperen Su Segunda Venida!

El fin de su mundo está cerca, así como el Reino del Señor que el Padre les dará por puro amor. Así que despierten, levántense y sigan a Jesús.

Yo, su santo Josep de Calassenç se lo sugiero. Amén.»

«Mi hija. Los santos también están preocupados, porque el tiempo es muy corto. Díselo a Nuestros hijos. Gracias. Tu Madre en el Cielo. Amén.»

(Jesús busca y se va con Dios Padre Quien mira con tristeza y lágrimas a nuestra tierra. Los santos están de pies preparados y la Madre de Dios está rodeada de muchos ángeles grandes y pequeños. Luego siguen a Dios Padre y a Jesús).