427. ¡Son los milagros de la aparición donde han ocurrido antes! — 28.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mí, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Santo Padre, tengo que decir hoy a los hijos de la tierra:

El camino que están recorriendo es peligroso, pues caminan por los precipicios del infierno. Cuando haya llegado su hora, será fácil para los demonios del inframundo de empujarlos allí, al infierno, tan cerca están de él.

Mis hijos. El que no profesa su fe en Mi Hijo no verá Mi Luz. No sentirá Mi Amor y no encontrará el camino correcto, es decir, caerá, caerá a los pies del diablo y se convertirá en un juguete suyo (del diablo) -¡si no lo es ya!- y no experimentará Mi Gloria y tampoco entrará en el Nuevo Reino de Mi Santo Hijo.

Mis hijos. Profesen su fe en Mi Hijo, en su Redentor, para que puedan ser librado del sufrimiento de su alma y ella (su alma) liberada y llena de alegría y felicidad pueda encontrar su origen, su Creador -a Mí-. Sólo así van a ser salvados y sanados y sólo así podrán entrar en su herencia, porque quien no profese su fe a Mi Hijo, se niegue a darle su SÍ a ÉL y siga permaneciendo en el mundo de la mentira y de las apariencias, perecerá con él.

Mis hijos. Jesús viene y entonces deben estar preparados para ÉL. Su Madre mostrará milagros para llevarlos al tiempo venidero, pues una vez que el mundo se acabe, será demasiado tarde para su conversión. Estos milagros convertirán a muchos, pero esta vez también, como tantas veces en su historia, estos también serán puestos en duda por aquellos que quieren apartaros de la verdad, ya que el interés de ellos no es su bien, sino el control y el poder sobre ustedes, bajo el dominio del anticristo y del diablo. Así que prepárense, porque cuando estos milagros ocurran deben reconocerlos como tales. Son los milagros de la aparición donde han ocurrido antes.

Mis hijos. No todos podrán ver a su Madre de la Salvación, pues esto está reservado a hijos elegidos, pero se producirán muchas conversiones y muchos darán testimonio de aquello.

Mis hijos. ¡Despierten! ¡Prepárense! ¡Y no sigan cerrándose a la verdad! Yo, su Santo Padre del Cielo, se lo pido, porque quiero regalarles a todos Mi Amor y verlos liberados del odio y de las penurias y del sufrimiento.

Que así sea.

Con el más profundo e íntimo amor,

su Padre en el Cielo. Creador de todo ser.

Amén.

«Mi hija. Divulga esta. Es extraordinariamente importante. Amén. Tu Madre en el Cielo Quien te ama. Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.»