452. ¡Tantos padres los están siguiendo ciegamente! — 20.02.2014

Mi hija. Estamos muy tristes por el estado de su mundo. Sus hijos están sufriendo mucho, y cada vez se les están haciendo cosas más malas, extremas y horribles. «Por el bien del niño», dicen, ¡pero no es así en absoluto!

Un hijo necesita el amor de sus padres. Necesita sentirse seguro y a salvo (protegido). Su INOCENCIA debe ser preservada, pero a los «grandes» de su mundo eso no les importa hoy en día. Los están corrompiendo [a sus niños] cada vez más, y tantos padres los están siguiendo ciegamente.

¡Despierten! Protejan a sus hijos y aléjenlos de la inmundicia de su mundo.

Un hijo es inocente, tierno y puro y quien lo corrompa, lo maltrate o lo utilice, le hace o enseñe actos vergonzosos, que se le diga: la mano del Señor lo golpeará y no se tendrá piedad de él, porque ha mancillado y quebrantado a los más inocentes. Así pues, que se le condene y que se le haga este tormento y crueldad por toda la eternidad, pues ha profanado, abusado y mancillado a una criatura pura del Señor, y le ha corrompido el camino a su Padre, el Creador Todopoderoso, y ahora debe responder por sí mismo y sus malas acciones, así como de la vida de esta/s criatura/s ante Dios Todopoderoso.

Sólo el verdadero arrepentimiento le salvará de la vergüenza y la desgracia, pero ¡ay de aquel que no se arrepienta: su eternidad será la condenación, ¡y no habrá perdón para él! Se hará culpable para toda la eternidad y no será digno de la misericordia del Señor.

Así que estén advertidos, abusadores de niños, ya sea de palabra, de hecho, en la enseñanza o por escrito: la ira de Dios caerá sobre ustedes y no se les mostrará misericordia.

Yo, su San Josep de Calassenç, se lo digo, con Teresa y Rosalía, así como los demás santos aquí presentes. Amén.

Teresa: recen por los niños. Amén.