512. El objetivo de Lucifer — 09.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, quiero instruirte (hoy) porque los hijos de la tierra están en peligro y sólo las oraciones de todos ustedes, su sacrificio por los hijos perdidos y confundidos del Señor, podrán todavía salvarlos a estas pobres almas, y conducirlos a Mi Hijo para que no se pierdan ante el maligno de los malignos, Lucifer, el ángel caído que con cada alma que captura y ata a sí mismo “desafía (quiere desafiar)» a Dios Padre de salir de SU AMOR, a «saltarse» el libre albedrío de SUS HIJOS, «robárselos” (de vuelta), los hijos perdidos, de Lucifer, para que el amor pase, Dios Padre se «rebaje» a su nivel (de Lucifer) y así el mal, es decir él -Lucifer- gane, ¡PERO ESO NUNCA OCURRIRÁ!

Como Lucifer sabe cuánto los ama Dios Padre a ustedes y cuánto sufre por ustedes en cuanto se desvían -es decir, se alejan de ÉL, su Creador- su objetivo (el de Lucifer) es robar tantas almas como sea posible. Para ganar poder y reconocimiento sus «subordinados» deben atarse a él, es decir, legar sus almas a él, Lucifer, de lo contrario no se les dará ninguna posición de alto rango en su «reino». ¡Sin embargo, esto no es suficiente para ser «aceptado» por Satanás, porque esto requiere el constante «robo de almas» de otros, es decir ellos, los adoradores del diablo, deben constantemente «tráele» nuevas almas para él, Lucifer, de lo contrario como «haraganes» serán arrojados a las llamas del fuego y lo perderán todo: reputación, poder, (¡)sus vidas(!) -¡sin jamás morirse!

Mis hijos. ¡Es vil lo que el diablo exige de sus seguidores y lo rápido que los «deja caer» si cometen un solo error -a sus ojos- o no traen el número de almas que él, Satanás, exige!

Todos los «tejemanejes» malvados de Satanás tienen un sólo propósito que es el trato de almas, porque él quiere el poder exclusivo sobre TODOS los hijos de Dios y por eso ha construido el «imperio ilusorio» de hoy -su mundo de hoy- para que ustedes se pierdan ante él, Lucifer, por el dinero, el esplendor, el poder, el reconocimiento, el glamour, la apariencia, el sexo, el juego, por los placeres de todo tipo, que sólo los conducen a su infierno, ¡porque Dios no «vive» en toda esta apariencia, sino sólo el maligno que los engatusa, los adula y se ríe de ustedes de la manera más burlona!

Mis hijos. ¡Libérense por fin de esta niebla con la que el demonio los tiene cautivos! Llamen a Mi Hijo, a su Jesús ¡y déjense salvar de las seducciones del maligno! Acepten completamente las enseñanzas de Mi Hijo y los verdaderos valores del Señor para que no se pierdan a Lucifer y que puedan volver a casa con Dios, su Creador y Padre.

Mis hijos. ¡Los amo! A todo el que Me pide, Yo le ayudo, y a todo el que Me pide, Yo le conduzco a Mi Santo Hijo.

Vengan, Mis hijos, vengan, aún no es demasiado tarde. Amén. Que así sea.

Su Madre en el Cielo que tanto los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Divulga todo esto. Amén.