517. ¡Sean conscientes de la gracia que ahora se derrama sobre ustedes durante este tiempo! – Domingo de Ramos — 13.04.2014

Mi hija. Mi querida hija. Hoy es un día especial y me complace a Mí, tu Madre en el Cielo, y a Dios Padre, Mi Hijo y los Santos, así como a los Santos Ángeles del Señor ver cuántos hijos humanos celebran esta fiesta y honran a Mi Hijo.

Mis hijos. Alégrense, porque la alegría en el Cielo es grande, así como las gracias que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo están concediendo hoy, en la «Fiesta de los Ramos Consagrados» (Domingo de Ramos), así como durante toda la «Pasión» (Semana Santa) hasta e incluyendo el Lunes de Pascua y la Semana de la Misericordia que sigue, en la que les pido desde el fondo de Mi corazón que recen la Novena de la Misericordia a Jesús -dada en vida a (la ahora) Santa Sor Faustina- durante 9 días a las 3 p.m. en las intenciones de Jesús.

Mis hijos. Esta novena les traerá grandes gracias. Récenla comenzando el Viernes Santo, para que termine solemnemente con la celebración de la Misa de la Divina Misericordia el Domingo de la Divina Misericordia.

Mis hijos. ¡Sean conscientes de la gracia que ahora se derrama sobre ustedes durante este tiempo! Termina el Domingo de la Divina Misericordia con una indulgencia plenaria para los que recen la novena, se purifiquen, es decir se confiesen, se arrepientan y hagan penitencia por los pecados cometidos y luego reciban solemne y puramente la Sagrada Comunión, la unión con Mi Hijo, en esta fiesta tan maravillosa de la Divina Misericordia.

Mis hijos. Celebren estas fiestas las que todas honran a Jesús con profundo amor, con devoción a ÉL y con alegría, porque son días, fiestas especiales y se les conceden gracias muy especiales a ustedes, los hijos de Dios y a su tierra.

Los amo, Mi tan amado rebaño de hijos, ¡y les agradezco su fidelidad, su devoción y su perseverancia!

Con profundo amor y siempre en unión con ustedes,

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

«Mi Madre habla la palabra verdadera. Le fue dada por el Padre. Así que sigan Su llamada y acepten Nuestros regalos, porque no queda mucho tiempo. ¡El fin está cerca! ¡Acepten Nuestras gracias, las gracias del Padre, las Mías y las del Espíritu Santo! Amén. Su Jesús, que tanto los ama».

«Mi hija. Grande es la alegría de Mi corazón paternal que tanto los ama al ver cuántos de Mis hijos honran hoy a Mi Hijo. Los amo profundamente, Mis tan amados hijos. Pueden estar seguros de Mis gracias, porque a partir de hoy comienza el tiempo de gracia, especialmente para aquellos que son fielmente entregados a Mi Hijo y Le honran tal como LE es debido.

Mis hijos. Hasta el Domingo de la Divina Misericordia estaré colmando su mundo con Mi gracia y ¡les pido que celebren la Fiesta de la Misericordia con amor a Mi Hijo! Confiésense, hagan penitencia y purifíquense. La indulgencia plenaria será concedida a aquellos que hagan en amor por Mi Hijo lo que María, su Madre Celestial, les ha pedido que hagan. Que así sea.

Con profundo y el más sentido amor,

Su Padre en el Cielo que tanto los ama.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.»

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Recuerden que las indulgencias también se pueden regalar. Aférrense a las directrices que se les han dado y hagan todo por amor a Jesús.

Pueden guardar la indulgencia para su hora de morir o dársela a un ser querido que –en gracia de Dios– esté muriendo o ya haya muerto.

Mis hijos.

Sigan la llamada del Señor, porque ÉL ES y SIEMPRE SERÁ. Amén.

Su Ángel del Señor. Amén.»

Divulga esto, Mi hija. Dios Padre con Jesús y María.